Del mercado, la industria del entretenimiento y famosos efímeros

Édité par Martha Ríos
2019-06-11 15:19:39

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Para Abel Prieto, la cultura, junto a la educación, son pilares para defender la tolerancia, la política inclusiva, y evitar todo tipo de discriminación. Foto:

Por Ibis Frade

"A veces se pierde de vista o se le resta importancia, pero el mercado impone patrones y modelos culturales que buscan anular la diversidad", alertó el prestigioso intelectual cubano Abel Prieto en entrevista con la agencia Prensa Latina.

En su reciente visita a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, para participar en un evento sobre cultura y desarrollo sostenible, exhortó a prestar más atención a este tema y reflexionar sobre las acciones que pueden tomarse.

De acuerdo con el director de la Oficina del Programa Martiano en Cuba, en foros como ese apenas se habla de las hegemonías de las industrias del entretenimiento.

Aparte de los sistemas educativos, existe un aparato paralelo relacionado con esa industria que fija patrones culturales a nivel global y que poco tienen que ver con valores defendidos, por ejemplo, en la Agenda 2030.

"Un niño puede aprender en la escuela determinadas nociones de sus héroes nacionales o sus tradiciones, de ese componente multicultural por el que tanto se apuesta, pero después recibe por todas las demás vías posibles una incesante lluvia de mensajes que tienden a homogenizar, y otros a hacer una especie de culto a la violencia", dijo.

"Así ocurre con los videojuegos que han inundado el mundo y tienen una matriz racista: el mesianismo yanqui está en el núcleo de toda esa industria cultural", recalcó.

"La verdad dura y brutal que no podemos desconocer es que hoy, los patrones y los modelos culturales los está imponiendo el mercado, que está copado por cuatro o cinco corporaciones".

"De esta forma, establecen un discurso donde las diferencias no existen y lo que llaman multiculturalidad, si aparece, es para ser folclorizada y vendida como un material exótico", observó Prieto.

"Esa maquinaria también incluye la publicidad comercial y todo el aparato que acompaña a los llamados famosos, más conocidos a veces que figuras icónicas de la historia mundial", lamentó el intelectual cubano.

"Terriblemente uno se encuentra que esos famosos efímeros y mediocres están en la agenda hegemónica de la industria", añadió, y muchos jóvenes siguen sus chismes mientras saben muy poco de figuras que han marcado la historia de la humanidad como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Simón Bolívar o Fidel Castro.

Precisó que para esa maquinaria las personas son solo consumidores y promulgan que para alcanzar la felicidad lo que hay es que tener, tener y tener, comprar, y acumular posesiones.

"Todo ello va contra el medio ambiente, contra esa armonía con la naturaleza que se supone está en la Agenda 2030", enfatizó.

Hay que ver con crudeza lo que está ocurriendo en la vida real, apuntó: "esa promiscuidad tremenda entre figuras que no valen la pena, totalmente olvidables, con otras que sí realmente merece cultivar y sembrar".

"Es aplastante el poder de las grandes industrias supranacionales para hipnotizar y convertir a los más jóvenes en adictos, para hacerlos seguir a personas que no les apartan nada", lamentó.

Para Abel Prieto, quien fuera durante muchos años el titular del Ministerio de Cultura de Cuba, resulta una muy buena iniciativa convocar en la ONU a eventos que abordan estos temas desde diferentes aristas.

"La cultura, junto a la educación, son pilares para defender la tolerancia, la política inclusiva, para evitar todo tipo de discriminación y luchar contra los estereotipos", consideró.

"Además, en estos tiempos es muy necesario luchar contra los estereotipos y la tendencia a despreciar o subestimar a los pueblos y culturas, diferentes mientras van creciendo el fascismo y los crímenes de odio", advirtió.

Este es un tema para dedicarle mucho trabajo reflexivo y analizar qué políticas públicas pueden elaborar los Estados miembros de la ONU como recomiendo la Declaración de la Unesco sobre los Derechos Culturales y la Diversidad Cultural.

Recordó Prieto que de hecho ese documento llama a establecer políticas gubernamentales para defender la identidad frente al mercado.

La experiencia cubana y las trabas del bloqueo de Estados Unidos

Foto: PL

Ante tal escenario, Cuba le otorga una gran importancia a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a la cultura y la educación, pues estas son el mejor antídoto frente a los estereotipos, los prejuicios, la discriminación, las manifestaciones de odio, expresó el autor de libros como 'El vuelo del gato'.

La industria del entretenimiento ha reducido la cultura a una mera mercancía, lo cual atenta contra la diversidad y el pensamiento emancipador.

Por eso resulta de suma importancia impulsar políticas públicas, insistió y habló de la experiencia de Cuba y su impulso a prácticas responsables en el sector de la educación y la cultura, a partir de la idea de que el mercado y el afán de lucro no pueden ser quienes dicten modelos y paradigmas.

"Eso sí, hay algo que tenemos que repetir una y otra vez con toda energía: el primer osbtáculo para Cuba en el cumplimiento de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible es el bloqueo de los Estados Unidos", subrayó.

"Incluso ahora hay un nuevo componente que lo recrudece, la activiación de los títulos III y IV de la Ley Helms Burton", señaló.

"Esa política de Estados Unidos de sanciones unilaterales, de falta absoluta de diálogo, de arrogancia imperial, de soberbia... está también en contra de los principios filosóficos de la Agenda 2030", puntualizó.

"Impuesto por Washington durante casi 60 años, el bloqueo impide acceder a las principales instituciones financieras internacionales y mantiene una férrea persecución a nuestras transacciones", expuso.

Según recordó, esa política de asfixia económica y hostigamiento, condenada en la ONU durante 27 años consecutivos por una abrumadora mayoría de países, se ha mantenido a lo largo de casi seis décadas.

"En este momento se recrudece ese cerco criminal que no tiene justificación alguna y que tanto daño causa a mi pueblo", señaló.

Recientemente, Washington dejó de aplicar las exenciones a los títulos III y IV de la Ley Hemls-Burton, lo cual permite a ciudadanos norteamericanos interponer demandas ante tribunales de Estados Unidos contra empresas que hagan algún acuerdo comercial en propiedades nacionalizadas legalmente por la Revolución en 1960. (Tomado de PL)

 

 



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