Con Fidel en Río 1992. Un viaje de 30 años por el Medio Ambiente (+Fotos)

Édité par Lorena Viñas Rodríguez
2022-08-22 10:23:54

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Pedro Manuel Otero junto a otros periodistas en la cobertura informativa de la Cumbre Iberoamericana,  Cartagena, Colombia, 1993. Foto: Cortesía del entrevistado.

Por: Aida Díaz Chang, Periodista de Radio Habana Cuba

Testimonio del periodista Pedro Manuel Otero Cabañas, de Radio Habana Cuba, sobre la Cumbre de la Tierra, la participación de Fidel y cómo influyó este hecho en su proyección profesional hacia el medioambiente.

Cuando el periodista Pedro Manuel Otero conversa sobre temas medioambientales se le ilumina el rostro y…no tiene para cuando acabar.

-Mi interés por los temas relacionados con el Medio Ambiente (MA) nació desde muy joven. En la universidad leía cuanto texto hiciera referencia a esos asuntos y me conmovió en particular el libro Primavera Silenciosa, de la bióloga norteamericana, pionera de la ecología moderna, Rachel Carson.

-Una vez graduado de periodista en la Universidad de la Habana (UH), en 1976, y ubicado en Radio Habana Cuba, empecé a elaborar esos contenidos en mis trabajos periodísticos, generados por propia investigación o salidos de diferentes coberturas. Todo ello sirvió para ir consolidando en mí una profunda conciencia medioambiental.

Estuvo en la Cumbre de Río en 1992, como parte del equipo de prensa que acompañó a Fidel ¿Qué recuerdos tiene de ese momento?”

-¡Eso fue tremenda sorpresa y un parteaguas en mi vida profesional!  Me llamó Milagros Hernández Cuba, directora de la emisora en ese momento, para informarme que iría a la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro. Se trataba de asistir a la más importante reunión convocada hasta entonces por la ONU para tratar temas medioambientales (MA) Se denominó Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Te confieso que me sentí tocado por la Providencia.

-La asistencia de Fidel Castro a la cumbre venía generando desde antes una gran expectación. La cita convocó a otros 170 jefes estado y gobierno, más representantes de organizaciones no gubernamentales. Fue mi primera vez en esa ciudad brasileña, me sentí un hombre con mucha suerte, intuía que lo que allí iba a ocurrir sería importante para todos los países.

-Quien haya estado cerca de Fidel habrá podido percibir el magnetismo que generaba su sola presencia. Ese influjo echó a andar entre la gente apenas pisó suelo carioca y comenzó a ejecutar su agenda de trabajo.

-Recuerdo que había mucha expectativa sobre los posibles intercambios entre el Comandante y algunas de las personalidades asistentes, en especial, que se produjera de manera casual un encuentro con George Bush (padre) en aquel entonces, presidente de los Estados Unidos, algo que era posible, pues la Cumbre incluía reuniones protocolares en las cuales los invitados tenían que relacionarse.

-Y así ocurrió en uno de los múltiples eventos. Ambos mandatarios estuvieron en un mismo espacio, yo diría que a unos 6 o 7 metros uno del otro. No se hablaron, pero luego, en el plenario, escucharon sus respectivos discursos con deferencia.

-Por cierto, Bush habló primero, y tras finalizar fue discretamente aplaudido por la audiencia, entre ellos por el propio Fidel Castro.

-A su turno, Fidel pronunció en apenas 7 minutos uno de los discursos-denuncias más contundentes sobre la crisis medioambiental que se haya pronunciado hasta hoy.  No haré referencia a él, solo te digo que expuso en ese breve tiempo las  consecuencias nefastas del modelo neoliberal vigente, responsable en buena medida de la grave crisis que padecemos en todo el planeta.

-Apenas terminó su última frase, “mañana será demasiado tarde para hacer, lo que debimos hacer hace mucho tiempo”, se produjo lo que yo califico de un diluviano aplauso que estremeció todo el recinto, al cual se unió el propio Bush.

Sin pausa, nuestro entrevistado continuó:

-Al terminar el discurso, se acercaron a Fidel personalidades de todos los colores políticos para saludarlo y felicitarlo.

-Fidel habló, como dijeron algunos, por los preteridos, por los que no tienen voz, por aquellos que no son invitados a casi ninguno de los foros convocados por organizaciones internacionales.

Aprovecho la pausa en la evocación para preguntar al experimentado periodista: ¿Cuánto influyó ese evento en su posterior desempeño profesional?”

-Tremendamente. Creó en mí un estado anímico muy propicio para documentarme más, escribir y hacer nuevos trabajos. Fue una cobertura transcendental. Esta cobertura marcó un antes y un después en mi vida profesional.

-Me permitió abundar en temas de perspectiva medioambiental y concluir que reproducir los patrones de producción y consumo del primer mundo sería un suicidio global. Necesitaríamos 7 u 8 planetas Tierra para contar con los recursos naturales que esa forma de vivir demanda.

Finalmente que acuerdos relevantes adoptó la Cumbre de la Tierra

-Propuso una economía ecológica centrada en favorecer la sustentabilidad y en erradicar la pobreza del mundo. Se aprobó, entre otros,  el proyecto 21 de la ONU, o la llamada Agenda 21, un acuerdo para promover el desarrollo que habría de ser adoptado universal, nacional y localmente por organizaciones del sistema de la ONU, por los gobiernos y grupos en cada zona geográfica. Por cierto, a pesar de décadas de resultados poco satisfactorios, considero que la Agenda 21 continúa siendo un camino válido.

Indago con Otero acerca del programa de Radio Habana Cuba sobre medioambiente que él produce y dirige. ¿Cuáles fueron los propósitos fundacionales del programa radial Agenda 21?

-Lo maduré después de la Cumbre, fundamentalmente porque creí necesario crear conciencia sobre un tema noble, de importancia vital, y que Radio Habana Cuba, de alcance internacional, podría hacer una notable contribución.

-Su objetivo primario de informar y ampliar el conocimiento sobre medioambiente en el vasto y variado potencial de audiencia de la emisora, aún sigue vigente a 30 años de su primera transmisión.

Qué constancia existe de que se estén logrando esos objetivos iniciales para crear conciencia

-Mira, no puedo asegurarte que el programa influya como a mí me gustaría de forma directa en las personas, pero un solo oyente que escuche y se sienta sensibilizado con los temas medioambientales, ya es suficiente para  seguir produciéndolo cada semana y continuar mi labor de activista medioambiental, desde mi modesto espacio de acción. 



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