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Por Alfredo García Almeida*

El orden internacional liderado por EEUU, agoniza. Washington y Londres ordenaron los bombardeos contra Yemen durante dos días consecutivos, sin consultar sus parlamentos ni al Consejo de Seguridad de la ONU.

“Bajo mi orden, se han bombardeado varios objetivos en Yemen”, declaró el presidente, Joe Biden. Por su parte, el secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, anunció el ataque contra la infraestructura de los hutíes en Yemen. Aviones de guerra y buques de Estados Unidos y Reino Unido, lanzaron el pasado viernes, 73 ataques contra ciudades de Yemen, incluyendo su capital Saná, así como, Al Hudayda, Taiz y Dhamar. Según la BBC, la mayoría de los ataques se realizaron contra bases aéreas y aeropuertos del país del sur de la Península Arábiga, algunos cerca de zonas residenciales.

Hussein al Aziz, viceministro de Asuntos Exteriores de Yemen, denunció que su nación “fue objeto de un ataque agresivo y masivo por parte de buques, submarinos y aviones de guerra estadounidenses y británicos. En respuesta, el movimiento Hutié, afirmó que “todos los intereses de Estados Unidos y Reino Unido, se han convertido en objetivos legítimos”.

Amir Saeid Iravani, representante de Irán en la ONU, en diálogo con la revista estadounidense, Newsweek, declaró: “El ataque de EEUU y el Reino Unido contra Yemen, constituyen una burda violación de la soberanía de ese país, del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas y equivale a una declaración de guerra al pueblo yemení”, Por su parte, Rusia solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.

“Sin duda, Londres y Washington, tendrán que prepararse para pagar un alto precio por esos ataques”, advirtió el vicecanciller yemenita, al Aziz. Dos días después, confirmando su aviso, un barco de bandera de islas Marshall de propiedad estadounidense, fue impactado con un misil causando fuego en cubierta. El 14 de enero, fue lanzado un misil contra un destructor norteamericano en el sur del mar Rojo que no impactó al ser derribado por sus aviones de combate.

La agresión norteamericana y británica a Yemen, expandió de hecho la guerra en Gaza, Siria e Irak. Los grupos chiíes de Irak, que forman parte del movimiento, Resistencia Islámica, anunciaron un ataque masivo con misiles y drones contra tres bases militares estadounidenses en su canal de Telegram, en el aeropuerto internacional de Erbil en el Kurdistán iraquí; la base de Jarab al Jir, en la provincia de Hasaka en el noreste de Siria y la base en el yacimiento de gas de Koniko, en la provincia siria de Deir Ezzor.

Desde noviembre, la solidaridad de los hutíes con la causa palestina reivindicados como resistencia a la campaña militar de Israel con el apoyo de EEUU en la Franja de Gaza, que ya ha dejado más de 24.000 muertos, la mayoría civiles, se intensifica tras la agresión de Washington y Londres contra Yemen, tratando de imponer sus anacrónicas reglas fracasadas en Ucrania, en el Medio Oriente, que ya muestra crecientes señales en la búsqueda de un nuevo orden internacional.  

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.