La Habana, 1 may (RHC) A propósito del inicio de la temporada de lluvias en Cuba, expertos alertan sobre la importancia de vigilar las inundaciones terrestres que suceden a los eventos de lluvias torrenciales o mantenidas.

Nunca se debe subestimar las consecuencias de las precipitaciones que acompañan a las tormentas locales severas, los frentes fríos y los huracanes, asegura Manuel Iturralde, profesor de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba.

En el período lluvioso es habitual que los totales de aguaceros se incrementen de forma notable con respecto a los meses anteriores, lo cual trae consigo la crecida de ríos, desborde de represas y acumulaciones excesivas en sembrados, carreteras y poblados.

Por las características geográficas en algunos territorios esas inundaciones son habituales como por ejemplo en Isabel Rubio (Pinar del Río), algunos barrios de La Habana, en el cauce inferior de los ríos Agabama y Zaza en Sancti Spíritus, San Pedro y Caonao en Camagüey, Toa, Cauto, Sagua de Tanamo y Moa en el oriente cubano.

De acuerdo con Iturralde, el Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) debería promover un pronóstico diario con los datos de las redes pluviométrica nacional y la de estaciones hidrológicas, junto a los resultados de los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo existentes.

Las inundaciones terrestres son tan importantes como las marítimas y por eso se toman diversas medidas para controlarlas como la reforestación de cuencas y cauces fluviales, afirmó.

Otra medida, que también se ha estado tomando es poner barreras físicas y vegetales en las cañadas y terrazas antierosivas que limiten la velocidad del agua el cual desciende por las laderas, así como dragar cauces de ríos y colocar diques que si bien no impiden las inundaciones sí las controlan.

Lo peor, dijo el experto, es el peligro que representa poblaciones desprevenidas y mal informadas por lo cual urge profundizar en los sistemas de alerta temprana para que las personas se preparen y aseguren sus vidas y los recursos económicos.

Expresó que las inundaciones necesitan recibir toda la atención que merecen, pues estos eventos se acrecentarán si se cumplen las previsiones actuales sobre la variabilidad climática que provocan la elevación del nivel del mar, el incremento de la frecuencia de tormentas pluviales severas y de ciclones de gran intensidad.

Según el Insmet, se prevén en el mes de mayo precipitaciones y temperaturas medias extremas cercanas a la media histórica cubana. (Fuente:PL)