Madrid, 4 dic (RHC) Un equipo internacional de científicos detectó las ondas gravitacionales (distorsión del espacio-tiempo predicha por Einstein) provocadas por la colisión de agujeros negros más grande y lejana jamás detectada.
El brutal choque formó un nuevo agujero aproximadamente 80 veces más grande que el Sol a 9 mil millones de años luz de distancia. Además, los investigadores detectaron señales procedentes de otras tres fusiones de agujeros negros.
Hasta el momento, desde que la primera onda gravitacional fue descubierta en septiembre de 2015 inaugurando una nueva era de la astronomía, este método ha permitido desvelar la existencia de diez fusiones de agujeros negros de masa estelar y una de estrellas de neutrones, los restos densos y esféricos del colapso de una estrella.
Un grupo de científicos procedentes de LIGO en Livingstone, Luisiana, y Hanford, Washington (EE.UU.) y su homólogo europeo Virgo situado en Cascina, Italia fueron los responsables de la investigación que resultó en este hallazgo.
De acuerdo con Susan Scott, profesora de la Universidad Nacional de Australia y miembro del grupo de investigación "nunca se había observado dos agujeros negros girando tan rápido en una fusión. También es, con mucho, la más lejana observada".
Las otras tres colisiones de agujeros negros, que se detectaron entre el 9 y el 23 de agosto de 2017, se produjeron a una distancia de entre 3 mil y 6 mil millones de años luz. El tamaño de los agujeros negros resultantes fue de 56 a 66 veces más grande que nuestro Sol.
"Procedían de cuatro sistemas binarios de agujeros negros diferentes que se rompen e irradian fuertes ondas gravitacionales hacia el espacio", señaló Scott. A su juicio, "estas detecciones mejoran en gran medida nuestra comprensión de cuántos sistemas binarios de agujeros negros hay en el Universo, así como el rango de sus masas y qué tan rápido giran los agujeros negros durante una fusión". (Fuente: ABC)