La Habana, 9 de ago (RHC). Amante de su país y su gente confiesa ser David Blanco, joven exponente de una generación que apostó por la música cubana, y con una rica armonía se apodera de un segmento del público que disfruta del rock y el pop, mezclado con los géneros tradicionales cubanos.

Vida Libre es la más reciente producción discográfica de este cantautor que conforma una sólida propuesta musical que le ha permitido ser uno de los intérpretes con más arraigo entre el público joven en Cuba.

—Luego de tres años de preparación, saldrá próximamente tu séptima producción discográfica. ¿En qué dirección se va a mover Vida Libre?

—Este disco tiene muchos matices, es un fonograma técnicamente superior a los demás, y nos ha hecho estudiar mucho a todo el equipo de trabajo que está realizando esta producción. Tiene 14 canciones, en las que busco como en todas mis producciones, la perfección, para que compita en el top de la música internacional.

«Yo no soy de esas personas que dice: podría haber hecho mejor esto o aquello, yo trato que eso no me pase, por eso me demoro realizando un material discográfico, busco cada detalle, estoy renovando constantemente para que cuando salga el disco sea lo que deba ser. Esto lleva un proceso de estudio, de profesionalidad, y de estar actualizado con lo que está sucediendo en el mundo de la música».

—Háblanos sobre este nuevo disco. ¿En qué se diferencia del resto de tu discografía y cómo lo describirías para aquellos que acaban de introducirse en tu música?

—Todos mis discos han tenido mucho de mí. Me inspiro en todo lo que me sucede, y en todas las cosas que acontecen a mi alrededor. Me inspiran los jóvenes y confío mucho en ellos porque tienen su mente libre para volar, son más rebeldes en ese sentido y tienen más sueños, y a mí me gusta escribir al respecto. La Evolución es eso, Vida Libre es eso, me gusta crear sobre los sueños de las personas. Esta producción discográfica será lanzada en el mes de agosto en el Karl Marx y posteriormente en Estados Unidos.

—Generalmente a las canciones inteligentes les cuesta posicionarse en el mercado. ¿De qué herramientas se ha valido para fidelizar a una gran parte del público?

—Trato siempre de renovarme, que haya algo nuevo y que también exista un color de lo que se está escuchando a nivel mundial. Este disco tiene un sonido muy internacional con lo que tiene que ver con el pop y rock de los 80 y principios de los 90, pero el reto mío siempre es que se sienta cubano, que sea un disco que refleje nuestras raíces.

—En esta etapa de tu carrera tienes muchos compromisos internacionales, sin embargo, los lazos con el público cubano son cada vez mayores. ¿Por qué apuestas por promocionar tu trabajo en nuestro país?

—Me encanta mi país, mi malecón, mi gente, cuando viajo siempre empiezo a añorar, y extraño el cubaneo, por eso siempre quisiera una mejor Cuba.

Fiel defensor del género, el intérprete de temas como El Despechao ha sabido combinar osadía y talento en cada etapa de su carrera. Estas cualidades combinadas con su versatilidad dentro de los escenarios le han permitido desandar los más diversos géneros musicales, para con su singular fuerza expresiva colocarse entre los referentes de la música contemporánea de nuestro país.