la Habana, 15 ene (RHC) La historiadora cubana Lidia Sánchez Fujishiro recibió este jueves la Orden del Sol Naciente, Rayos de Plata, conferida por el gobierno de Japón en atención a sus empeños por el conocimiento y la difusión de esa cultura milenaria.

El embajador de la nación asiática, Fujimura Kasuhiro, le entregó la condecoración y la felicitó, con la constancia del estampado del sello del Estado japonés en el Palacio Imperial y con la anuencia del primer ministro, Shinzo Abe, desde el 3 de noviembre del 2019.

En sus palabras de agradecimiento, Sánchez Fujishiro evocó a su abuelo, Keniche Fujishiro, como uno de los tantos hombres y mujeres de aquel país que durante casi medio siglo llegaron a Cuba en busca de progreso y con la ilusión de regresar a su amada tierra.

Apuntó que hace 116 años él se asentó en Santiago de Cuba y fundó una familia, pero nunca pudo realizar el sueño del retorno.

La escritora aludió a las particularidades de la comunidad de origen japonés, diversa y caribeña, en esta urbe, de la cual ella forma parte, e integrada al proceso conformador del patrimonio cultural de la nación cubana, con el establecimiento de un nexo entrañable entre los dos archipiélagos.

Afirmó que los descendientes de esos troncos familiares han defendido lo japonés y la cultura de los antepasados, como parte de su propia identidad, acompañados por numerosos admiradores de las manifestaciones de la japonología, con amor y entusiasmos desinteresados.

Se refirió al esfuerzo por mantener vivos los íconos culturales del Japón y entre ellos mencionó a artistas del origami, ceramistas, karatecas, judocas, seguidores de los mangas, poetas de haiku y cultivadores del arte del bonsái.

Al ratificar su gratitud, expresó que recibe tan alta distinción en nombre de tantas personas que posibilitan la vigencia de esa cultura milenaria de la tierra del sol naciente, desde esta porción geográfica donde también sale el astro rey.

Sánchez Fujishiro es autora del libro Un japonés en Santiago de Cuba: una historia de amor, que aborda sus antecedentes familiares, basada en el romance entre su abuelo, llegado desde aquellos confines, y su abuela, una criolla de esta tierra en los comienzos del siglo XX.

Intelectuales cubanos de la talla de Eusebio Leal y Omara Portuondo, entre otras personalidades de la cultura y la ciencia en el país, han sido igualmente merecedores de esas altas condecoraciones de Japón. (Fuente: PL).