La Habana.- A CUATRO décadas de que su selección femenina ganara el Campeonato Mundial con sede en la ex Unión Soviética se celebra este 6 de septiembre el Día del Voleibol en Cuba.
La Habana, 6 sep (JIT) A cuatro décadas de que su selección femenina ganara el Campeonato Mundial con sede en la ex Unión Soviética se celebra este 6 de septiembre el Día del Voleibol en Cuba.
Aquella primera corona universal de la Isla marcó el camino hacia nuevos triunfos, que entre las damas incluyeron cetros olímpicos en Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sydney 2000, otros dos del orbe en Brasil 1994 y Tokio 1998 y plata a ese nivel en el de la entonces Checoslovaquia, en 1996.
En la cita de hace cuatro décadas las cubanas lograron el título al dominar a las llamadas Niñas Magas de Oriente para concretar una relevante actuación con nueve triunfos, 27 parciales ganados y solo dos perdidos. Nació así otra potencia en el planeta.
Hasta ese momento lo más alto del podio había correspondido a los elencos ex-soviéticos (1952, 1956, 1960 y 1970) y a las propias niponas (1962, 1967 y 1974).
Dirigidas por los ya fallecidos entrenadores Eugenio George y Antonio Perdomo, dueto excepcional en calidad técnica y pedagógica, integraron aquella selección Mercedes Pérez, Imilsis Téllez, Mercedes Pomares, Lucila Urgellés, Mavis Guillarte, Ana Ibis Díaz, Nelly Barnet, Sirenia Martínez, Maura Alfonso, Ana María García, Libertad González y Erenia Díaz.
Todas debutaron en este deporte en los Juegos Escolares Nacionales, nacidas del trabajo de base en La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba, Camagüey, Ciego de Ávila, Matanzas y la actual Mayabeque.
Pero ese año Cuba no solo hizo realidad aquel sueño, pues se convirtió en la única nación de Iberoamérica adueñada hasta entonces de preseas mundiales en los dos sexos, ya que su escuadra masculina trajo de Roma el metal de bronce.
Justificada motivación para que el Rey de España Juan Carlos I entregara un trofeo especial a la mayor de las Antillas, recibido por Graciela González, jefa técnica de la federación local y compañera de toda la vida del “profe” Eugenio.
El elenco de mujeres encabezó la tradicional encuesta de la agencia Prensa Latina como el mejor de la región y muchos se preguntaban cómo un país con escasos recursos económicos y bloqueado pudo protagonizar tamaña proeza, ajena incluso a los propios inventores del voleibol, Estados Unidos.
Según una nota de la Federación Cubana de Voleibol, que felicita a toda la familia de este deporte, el triunfo de las bautizadas “Morenas del Caribe” no solo las catapultó al máximo nivel, sino que «significó una esperanza para los países de menos recursos, que comenzaron a desarrollarse siguiendo el ejemplo de la Isla, al tiempo que suscitó cambios en la estructura del juego femenino».
En el 2005, a propósito del centenario de la introducción de este deporte en Cuba, sus autoridades conformaron una comisión encabezada por la legendaria Mireya Luis para escoger la fecha más idónea para celebrar el Día del Voleibol a nivel doméstico, y el significado de aquella victoria de 1978 inclinó la balanza por el 6 de septiembre.
El análisis del grupo no descartó otros acontecimientos relevantes, entre ellos la propia aparición de la práctica de esta disciplina en 1905, pero el peso de de sucedido en 1978 fue fundamental.
Las valoraciones tuvieron en cuenta, por ejemplo, las primeras preseas doradas de los hombres en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 1946 y de las damas en San Juan 1966; la única olímpica masculina (bronce) en Montreal 1976, los títulos en ambos géneros en la Copa del Mundo en Japón 1989, el oro olímpico inicial en Barcelona 1992 y el de la Liga Mundial (m) 1998.
Son referentes para las nuevas generaciones, empeñadas en recoloca al más alto rango a esta disciplina, cuyo agasajo por el aniversario 40 de aquella contundente victoria ante Japón está previsto para la provincia de Matanzas.
Y precisamente el mejor cumplido de jugadores, entrenadores, dirigentes, glorias y el resto del personal vinculado a ese deporte es obtener los mayores resultados en el alto rendimiento, como lo hicieron en los últimos cuatro torneos de Norceca con una medalla de oro y tres de bronce, en busca de retomar, no solo en el área, los espacios de antaño.
Tomado de Jit
