Nairobi, 11 ago (RHC) Una gran represión desató la policía de Kenya dada la gran ola de conflictos desatados por los resultados de las elecciones presidenciales.
Los comicios están signados por acusaciones de fraude del principal candidato opositor, Raila Odinga, cuyos seguidores combatieron con las fuerzas del orden en esta capital y otras ciudades el miércoles y la víspera.
Odinga afirmó que los servidores de la Comisión Nacional Electoral (CNE) fueron pirateados por orden del presidente y aspirante a un nuevo mandato, Uhuru Kenyatta, para alterar los resultados de la votación.
Observadores internacionales afirmaron que la votación transcurrió de forma transparente, pero la declaración fue insuficiente para calmar los ánimos y esta mañana portavoces de Odinga reivindicaron su victoria en la liza en vez de Kenyatta, que marcha al frente del conteo de los sufragios, según los reportes de la CNE.
Los epicentros de los disturbios en esta capital son los distritos pobres capitalinos de Kibera y Mathare, bastiones del candidato opositor, donde combates callejeros entre policías y manifestantes causaron dos muertos horas atrás, aunque también hay disturbios en otras zonas del país.
En Kisume esta mañana las fuerzas de seguridad dispersaron con gases lacrimógenos una manifestación de parciales de Odinga, cuyas alegaciones de fraude electoral provocaron en los comicios de 2007 una ola nacional de protestas que desembocó en la muerte de alrededor de 1 300 personas, un número indeterminado de heridos y 600 mil desplazados por la violencia.
Aunque el control policial, que incluye transportes de tropas y control aéreo desde helicópteros, es imponente, existen aprensiones que la situación se salga de cauce y ocasionen una reedición de los hechos de hace una década en momentos en los cuales el país también es blanco de ataques terroristas por entidades terroristas de sensibilidad islamista.