La Habana, 29 ago (RHC)- La fuerza aérea de Corea del Sur realizó este martes un simulacro de bombardeo con fuego real, maniobra que persigue según su propio criterio demostrar poderío, aunque algunos expertos la califican de agravante de las tensiones en la Península.

La acción ocurre tras el lanzamiento de un nuevo misil balístico intercontinental por parte de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), quien se siente constantemente amenazada por ejercicios militares que realiza Estados Unidos, en contubernio con Seúl, frente a sus costas.

Como respuesta, a la orden dada por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, la fuerza aérea utilizó cuatro aviones de combate F-15 para lanzar ocho bombas que acertaron perfectamente en sus objetivos en un campo de tiro cerca de la costa este de Corea del Sur. Cada una de las bombas contaba con una potencia explosiva de una tonelada.

Funcionarios de la fuerza aérea afirmaron que el objetivo de la prueba era practicar para acabar con la cúpula norcoreana del poder.

Mientras tanto, la oficina presidencial de Corea del Sur, confirmó conversaciones con la Casa Blanca para reafirmar su estrecha cooperación en los asuntos relacionados con la RPDC.

Chung Eui-yong, director de seguridad nacional, habló con Herbert Raymond McMaster, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, mientras la canciller surcoreana Kang Kyung-wha se comunicó con el secretario de estado estadounidense, Rex Tillerson.

(PL)