Rechazan decisión de presidente estadounidense de declarar a Jerusalen como capital de Israel

Édité par Nuria Barbosa León
2017-12-06 18:52:26

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Gaza, 6 dic (RHC) Agencias de prensa destacan la denuncia del presidente de Palestina, Mahmud Abbas, acerca de la decisión del mandatario estadounidense, Donald Trump de reconocer a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel, y la tildan de violación a las resoluciones internacionales.

Hispantv destaca: “En esta declaración ha elegido violar todas las resoluciones y acuerdos internacionales y bilaterales, y contradecir el consenso internacional expresado a través de las posiciones de varios países del mundo', declaró el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)” .

Abbás, también afirmó que el anuncio de su homólogo estadounidense, Donald Trump, significa la retirada de Washington del proceso de paz en esa región.

De acuerdo con el presidente de Palestina la decisión del Trump ayudará a las organizaciones extremistas a librar guerras santas, cita por su parte Russia Today.

El presidente palestino señaló que Jerusalén es 'la capital eterna del Estado de Palestina' y ha agregado que la decisión del inquilino de la Casa Blanca puede provocar la construcción de más asentamientos israelíes.

Cuando en 1948 se creó el Estado de Israel, la ciudad de Jerusalén, considerada sagrada tanto para musulmanes como para judíos, fue formalmente dividida en dos. La parte occidental quedaría bajo administración israelí, mientras que la parte oriental sería la capital del futuro Estado palestino.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció el miércoles a Jerusalén como la capital de Israel, en una histórica ruptura con sus antecesores que marca un hito en siete décadas de alianza estratégica entre ambos países.

El 14 de mayo de 1948, David Ben Gurion funda el Estado de Israel al finalizar el mandato británico en Palestina. Once minutos después de la proclamación, Estados Unidos, bajo el gobierno de Harry S. Truman, reconoce al flamante estado.

Pero las relaciones son tensas al comienzo. Las administraciones de Truman y Dwight D. Eisenhower perciben que acercarse demasiado a Israel podría perjudicar el vínculo con el mundo árabe.

Eso lleva a Washington a oponerse fuertemente a la campaña israelí contra Egipto en 1956, lanzada en coordinación con Francia y Gran Bretaña y conocida como la Crisis de Suez. Bajo presión de Estados Unidos, Israel se retira finalmente del Sinaí.

El vínculo se fortalece en la Guerra Fría. Durante la guerra árabe-israelí de junio 1967, Israel ocupa el Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, el este de Jerusalén y los Altos del Golán, y Estados Unidos se convierte en su principal aliado.

En octubre de 1967, el presidente Lyndon B. Johnson decide entregar armamento a gran escala a Israel.

En varias ocasiones, Washington ha intentado hacer coincidir su papel de principal aliado de Israel con el de mediador en el conflicto israelo-palestino.

En septiembre de 1978, el presidente estadounidense Jimmy Carter reúne al primer ministro israelí, Menachem Begin, y al presidente egipcio, Anuar al Sadat, en Camp David, lugar de vacaciones oficial de los mandatarios en Estados Unidos. Los acuerdos de Camp David abrieron la vía al tratado de paz firmado al año siguiente por Egipto e Israel.

En septiembre de 1993, Bill Clinton orquesta en la Casa Blanca el histórico apretón de manos entre el israelí Isaac Rabin y el palestino Yaser Arafat, que sellaron un acuerdo transitorio de cinco años sobre el autogobierno palestino en Gaza y Cisjordania.

En 2000, Clinton culpa a Arafat del fracaso de las negociaciones de paz de la cumbre conocida como Camp David II celebrada en julio.

El estadounidense Barack Obama y el israelí Benjamin Netanyahu llegan al poder en 2009 y las relaciones se vuelven un tira y afloja permanente.

En junio de ese año, Obama presiona a Israel para que detenga la colonización y se pronuncia a favor de la solución de los dos Estados.

En marzo de 2010, la autorización de la construcción de un bloque de viviendas en Jerusalén Este ocupada, en plena visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden, supone un mazazo al vínculo bilateral.

En marzo de 2015, Netanyahu habla en el Congreso de Estados Unidos contra el acuerdo nuclear con Irán en un claro desafío a Obama, quien se negó a recibirlo durante su visita a Washington.

Pero en septiembre de 2016, ambos firman un acuerdo de asistencia militar hasta 2028, en la ayuda armamentística más generosa en la historia de Estados Unidos.

Antes del fin del mandato de Obama, las relaciones se deterioran nuevamente cuando Washington se niega a utilizar su veto para bloquear una resolución del Consejo de Seguridad contra la colonización israelí.

Con la llegada a la Casa Blanca de Trump en enero pasado, Netanyahu dice que espera una alianza 'más fuerte que nunca' con Estados Unidos. Trump lo recibe calurosamente en febrero, saludando el 'inquebrantable' vínculo entre ambos países.

El 15 de mayo llega David Friedman, el controvertido nuevo embajador de Estados Unidos en Israel que ha sido un firme defensor de la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania.

El 22 de mayo, Trump se convierte en el primer presidente de Estados Unidos en visitar el Muro de los Lamentos en Jerusalén. Un día después, Netanyahu anuncia que Israel recibirá 75 millones de dólares adicionales en ayuda militar de Estados Unidos.

En septiembre, Israel inaugura con su aliado estadounidense una base aérea conjunta, la primera en territorio israelí.

El 6 de diciembre, Trump reconoce a Jerusalén como la capital de Israel y ordena un plan para el traslado de la embajada de Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia de lo que había dicho meses antes, enfatiza que Washington respalda una solución de dos estados para resolver el conflicto israelo-palestino.



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