Bogotá, 12 ene (RHC) El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llamó a las fuerzas armadas a actuar con firmeza contra las organizaciones que amenazan la tranquilidad del país.
este viernes, Santos activó la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, en el municipio de Tumaco, departamento de Nariño, ocasión en la que exigió mano dura contra todas las manifestaciones de violencia en la nación.
Las declaraciones del primer mandatario fueron interpretadas como una advertencia contra el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, al que el gobierno responsabiliza de varios atentados y de la muerte de dos policías y un soldado en las últimas 48 horas, tras concluir la tregua bilateral pactada.
La Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, activada en Nariño, está conformada por más de 9000 unidades del Ejército, la Armada y la Policía y cubrirá principalmente la localidad de Tumaco y otros municipios de ese departamento, fronterizo con Ecuador.
En entrevista con varias emisoras comunitarias del departamento de Arauca, el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, manifestó que la guerrilla mantiene la voluntad de hallarle una salida política al conflicto a través del diálogo y de pactar un nuevo cese el fuego.
Los países garantes de las conversaciones de paz entre el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno de Colombia, ratificaron desde Bogotá la voluntad de ambas partes de continuar las conversaciones.
Así lo hicieron saber en una Declaración Conjunta suscrita por Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela, que acompañan la mesa pública de negociaciones desde sus inicios en febrero de 2017.
El texto lo suscribieron ante el impasse producido el 10 de enero último, cuando debió comenzar la quinta ronda de diálogos, postergada porque el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó a la delegación gubernamental retornar a Bogotá, luego de un ataque a un oleoducto, atribuido al ELN.
“Damos fe que las dos partes nos han expresado su voluntad de superar este momento y continuar las conversaciones conducentes a la paz”, aseguraron.
Asimismo, indicaron que Colombia merece la paz anhelada por su pueblo, la región y la Comunidad Internacional.
“Solicitamos a las dos partes iniciar el V Ciclo con la urgencia que la situación amerita”, pidieron y exhortaron a las partes a asumir como prioridad la negociación de un siguiente cese el fuego, junto a otros temas de la agenda.
Igualmente llamaron a ambas delegaciones a evitar un escalamiento que ponga en peligro los avances logrados en el proceso de negociación y en el anterior cese al fuego, pactado mediante el llamado Acuerdo de Quito, desde el 1 de octubre de 2017 hasta el 9 de enero de este año. Finalmente reiteraron el apoyo, como garantes, al proceso de paz en Colombia, para que sea completa y duradera.