Managua, 28 mar (RHC) El reconocimiento de los avances del Gran Caribe como zona especial en el contexto del desarrollo sostenible, figuró en Managua durante la inauguración de la 24 Reunión del Consejo de Ministros de la AEC, Asociación de Estados del Caribe.
Valdrack Jaentschke, viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, al dar la bienvenida a las delegaciones de los 31 estados miembros y 10 asociados, reiteró que a 25 años del tratado constitutivo en Cartagena de Indias la AEC comparte el mar Caribe y la riqueza de sus pueblos.
El diplomático nicaragüense llamó a la unidad de la región para enfrentar el cambio climático y el calentamiento global, y habló de la necesidad de contar con los recursos necesarios para mitigar los daños ocasionados por los frecuentes desastres naturales en el entorno geográfico.
Dijo que las sesiones de la AEC iniciadas ayer con la reunión preparatoria han abordado con ahínco la vigencia de la Proclama de América Latina el Caribe como Zona de Paz, aprobada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en La Habana a finales de enero de 2014.
Jaentschke expresó la necesidad de aunar esfuerzos a fin de asegurar el respeto de los principios de la Carta de las Naciones unidad y el derecho internacional, entre ellos la igualdad soberana de los estados, la no injerencia en sus asuntos internos y la prohibición del uso de la de las amenazas en las relaciones exteriores.
Reconoció, además, que la Asociación de Estados Caribeños se ha convertido en una organización proactiva, capaz de incrementar proyectos y liderar las condicione pertinentes en materia de transporte, turismo, relaciones económicas, comercio, educación y cultura.
La jornada de este jueves incluye en la sesión vespertina la celebración de los 25 años de la AEC y la Tercera Conferencia de Cooperación del mecanismo integrador.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, informó de avances en la propuesta de Declaración de la VIII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que concluye mañana en Managua.
El día de hoy corresponde a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores; ayer fue la reunión preparatoria y se ha venido avanzando en los documentos, en los planes de acción, y avanzando en la propuesta de declaración, comentó Murillo.
La vicemandataria saludó a los cancilleres en nombre del Gobierno y pueblo nicaragüenses.
Recordó que durante la cita se celebra el XXV aniversario de la creación de la AEC, organización creada para fungir como mecanismo para la consulta, la cooperación y la acción concertada en la esfera del comercio, el transporte, el turismo sostenible y los desastres naturales en el área Caribe.
También destacó la presencia de las delegaciones de los 25 estados miembros y nueve asociados, y de representantes de 17 países observadores y seis organismos internacionales, entre ellos la Unión Europea, la Comunidad del Caribe, y el Sistema de la Integración Centroamericana.
La VIII Cumbre de la AEC sesiona bajo el lema Uniendo esfuerzos en el Caribe para enfrentar las consecuencias del cambio climático, de ahí que parte importante de los debates sea en torno a los desafíos que representan los efectos de ese flagelo para los pequeños estados insulares y otros con costas al Caribe.
El presidente Salvador Sánchez Cerén viajó a Nicaragua para participar en el Octavo Encuentro de la AEC, Asociación de Estados del Caribe.
El mecanismo, del cual El Salvador es miembro fundador, celebra sus 25 años con una cumbre de alto nivel centrada en la búsqueda de políticas y acciones comunes para enfrentar los embates del cambio climático.
Asimismo en el evento los líderes regionales firmarán este viernes la Declaración de Managua, como compromiso para la implementación exitosa de las políticas y acciones propuestas en torno al cambio climático.
La víspera concluyó el segmento ministerial previo a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno que analizó fuentes de financiamiento y recursos necesarios para reducir la vulnerabilidad ante el fenómeno global.
Además, fueron abordados temas de interés común, como la movilización de personas, una política turística colectiva y sostenible, así como los riesgos de desastre.