Pretoria, 9 sep (RHC) Miles de sudafricanos participarán en masivas protestas contra la violencia de género, previstas para esta semana en Sudáfrica, mientras las autoridades impulsan medidas para enfrentar este flagelo social, que reporta el asesinato de una fémina cada tres horas en esa nación del África Austral.
Pese a los avances de las mujeres en 25 años de democracia, con más del 50 por ciento de los miembros del Consejo de Ministros y posiciones destacadas en los gobiernos de las nueve provincias del país, las sudafricanas históricamente han sido marginadas por una sociedad tribal donde los hombres tienen la última palabra.
Abusos, matrimonios a temprana edad y otros maltratos dentro del hogar, puestos de trabajo y en las calles son en la mayoría de los casos silenciados, mientras violaciones y asesinatos se han convertido en noticia diaria en los medios nacionales.
Protestas convocadas por la Liga femenina del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) para condenar esta situación y sus llamados a no acudir a sus puestos de trabajo en estos días tiene la intención de “enviar un fuerte mensaje aunque tenga incidencia en la economía nacional”, de acuerdo con un comunicado de la organización.
Las muertes violencias de Mrwetyana y Jegels provocaron una reacción multitudinaria en este país, con manifestaciones frente a la sede del Parlamento Nacional en reclamo de la reinstauración de la pena de muerte y sanciones más severas para quienes abusen de las mujeres, así como una mayor protección para el sector femenino.
La severidad de la situación fue abordada el jueves pasado por el presidente Cyril Ramaphosa en una alocución al país en la que dijo que ha llegado el momento de unirse como nación para enfrentar el problema directamente y aseguró que “la violencia contra las mujeres sobrepasa una crisis nacional, es un crimen contra nuestra humanidad común”.
Igualmente dos personas murieron hasta el momento en los enfrentamientos ocurridos la víspera en Johannesburgo entre la policía y manifestantes que reclamaban expulsar de Sudáfrica a inmigrantes de otros países africanos.
Fuentes de la policía confirmaron a la prensa la muerte de una segunda persona tiroteada en la localidad de Malvern, el apuñalamiento en Hillbrow de otro ciudadano y la detención de otros cuatro sospechosos, que se unen a 20 arrestados la víspera.
Las protestas en Malvern, Jeppe y Hillbow, localidades pertenecientes a Johannesburgo, provocaron fuerte presencia policiaca, luego que negocios y vehículos de africanos extranjeros fueron saqueados e incendiados.
Voceros de la policía consideraron que se trata de pura delincuencia porque algunos de las tiendas incendiadas no eran de extranjeros.
Sin embargo, los asistentes interrumpieron a gritos una intervención del príncipe de la etnia zulú Manosuthu Buthelezi cuando exhortó a detener los ataques contra extranjeros.