París, 21 sep (RHC) Policías, militares y equipos antimotines, en número de siete mil 500, vigilan la capital de Francia, donde entraron en vigor medidas de seguridad como el cierre de lugares y estaciones del metro ante el anuncio de una protesta nacional de los chalecos amarillos.

Según el comunicado de la Prefectura, los lugares a los que no tienen acceso son, entre otros, los Campos Elíseos, la Asamblea Nacional, Matignon (sede del Primer Ministro), la catedral de Notre-Dame, Trocadero y la torre Eiffel.

En las redes sociales, los chalecos amarillos convocaron a tomar París, instando a tener los Campos Elíseos como centro de sus manifestaciones en demanda de justicia social.

Los participantes en la protesta número 45 del movimiento se encontraron con el fuerte dispositivo policial que en algunos sitios disperso a los manifestantes mediante gases lacrimógenos y llevó a cabo al menos 90 detenciones de manifestantes.

El movimiento llamó a un renacer, después de semanas con escasa participación en sus actos, en comparación con los presentes a finales de 2018 y principios de esta año, cuando pusieron contra las cuerdas al gobierno y contaron con un amplio respaldo de la opinión pública, el cual ha descendido notablemente.

Este sábado también están convocadas movilizaciones contra el cambio climático, como parte de la jornada mundial de Huelga por el Clima, la edición 36 de las Jornadas Europeas de Patrimonio, que reúnen a millones de ciudadanos; y una manifestación de la Confederación General del Trabajo (CGT), una de las principales organizaciones sindicales francesas, en rechazo a la reforma al sistema de jubilación promovida por el gobierno.