Políticos opositores venezolanos rechazan postura de extrema de derecha hacia elecciones

Édité par Julio Pérez
2021-07-19 04:29:55

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Caracas, 19 jul (RHC) La importancia del diálogo gana fuerza hoy entre voces opositoras de Venezuela, en el preámbulo de las elecciones de noviembre y ante nuevos intentos de la extrema derecha por violentar el orden constitucional.

'Es necesario dialogar más para reconciliarnos en paz y avanzar luego tan aceleradamente como sea posible hacia la concertación económica y social', aseveró la víspera el diputado Luis Eduardo Martínez, vicepresidente de la comisión especial para la paz y la reconciliación de la Asamblea Nacional (Parlamento).

El parlamentario rechazó la postura de sectores políticos enfrascados en boicotear los procesos de acercamiento entre Gobierno y oposición; 'a estos hay que aislarlos y denunciarlos', enfatizó Martínez en declaraciones reseñadas en nota de prensa.

En opinión del legislador de Acción Democrática, quienes conspiran contra la paz lo hacen también contra la recuperación económica y social de Venezuela, al tiempo que calificó de fundamental institucionalizar el diálogo, y como paso inmediato siguiente la concertación.

Esta búsqueda de consenso debe darse en los tres niveles de gobierno -nacional, regional y municipal-, con la totalidad de los sectores de la vida nacional, partidos políticos, sociedad civil y organizaciones comunales, resaltó.

Martínez ratificó el compromiso de la Asamblea Nacional de promover el diálogo sobre la base de la tolerancia, la afirmación de las coincidencias y el respeto a las diferencias, con garantías a las libertades de pensamiento y de propuestas.

Durante un reciente encuentro con la comisión parlamentaria para el diálogo, la paz y la reconciliación, el jefe de Estado, Nicolás Maduro, planteó la necesidad de que las facciones más radicales de la oposición abandonen la ruta de la violencia.

'O transitamos por la vía de la democracia, la paz y las elecciones o no hay posibilidad», aseveró Maduro, quien rechazó la postura de actores políticos que esgrimen llamados a negociaciones como fachada para la planificación de acciones violentas contra el orden constitucional.

El Gobierno bolivariano presentó evidencias que vinculan a personeros de la extrema derecha con ataques perpetrados en días pasados contra objetivos civiles y policiales por estructuras del crimen organizado del suroeste de Caracas, las cuales fueron desarticuladas por los organismos de seguridad.

Los planes desestabilizadores incluyeron nuevos intentos de magnicidio contra el mandatario venezolano mediante el empleo de técnica aeronáutica (drones) y francotiradores durante los actos conmemorativos celebrados el 22 de junio en Carabobo y el 5 de julio en Caracas, respectivamente.

De acuerdo con las autoridades, las acciones violentas contaron con la planificación del prófugo Leopoldo López desde Madrid, a través de instrucciones giradas a miembros de la organización extremista Voluntad Popular, en articulación con bandas armadas del sector de la Cota 905.

El dirigente del partido opositor Movimiento al Socialismo, Enrique Ochoa Antich, indicó que el mencionado partido de extrema derecha 'no logra internalizar la ruta democrática' y tampoco abandona la vía insurreccional.

En un hilo de mensajes publicados en la red social Twitter, Ochoa Antich ratificó el llamado al diálogo con el Gobierno bolivariano y a la participación electoral como vía para dirimir las diferencias, sin sanciones ni tutelajes externos.

El político venezolano insistió en deslindar claramente los campos entre la oposición democrática y la oposición extremista representada por Voluntad Popular, y conformar un centro entre los dos extremos.

En recientes declaraciones, Maduro expresó su respaldo a la iniciativa de una mesa de conversaciones con sectores de la extrema derecha, bajo el auspicio de los gobiernos de México y Noruega.

Maduro ratificó como condiciones para el diálogo que la oposición extremista promueva el levantamiento inmediato de todas las medidas coercitivas unilaterales implementadas por Estados Unidos contra la nación sudamericana.

Planteó como premisa para las conversaciones el reconocimiento de los poderes públicos e instituciones del Estado, y pidió la incorporación al proceso de todos los sectores políticos que deseen participar.

 

(PL)



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