Buenos Aires, 25 abr (RHC) El presidente de Argentina, Mauricio Macri, y uno de sus correligionarios, el intendente del municipio de Lanús, Néstor Grindetti, enfrentan una nueva denuncia por su participación en empresas fantasmas en paraísos fiscales, revelada por los denominados Panama Pepers.
La imputación la presentó el fiscal de instrucción Martín Niklison con el argumento de que ambos ocultaron las compañías offshore cuando Macri era el gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, y Grindetti ministro de Hacienda.
Tras escuchar la presentación de la fiscalía, la Justicia en lo criminal remitió al juez federal Casanello esas denuncias por supuesta omisión maliciosa de datos en las declaraciones juradas del actual primer mandatario y del intendente de Lanús durante su paso por el gobierno porteño.
Ya ese magistrado tenía a su cargo una demanda anterior contra el jefe de Estado y esta semana sumó la enviada por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos contra Grindetti, hombre de extrema confianza de la familia Macri, quien tiene un pedido de captura de la Interpol por delitos tributarios cometidos en Brasil.
Mientras los tres segmentos de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina confirmaron una movilización el próximo viernes contra el ajuste económico y los despidos impulsado por el gobierno del presidente Mauricio Macri.
En una reunión al caer la tarde los líderes de las tres corrientes de la CGT acordaron también sostener el miércoles una nueva reunión para definir si la concentración incluirá también una huelga general de 24 horas para reclamar el cese de los despidos en el Estado y el sector privado.
Realizarán la acción de fuerza laboral a la que se sumarán las dos alas de la Central de Trabajadores de Argentina en el marco de la celebración del Día de los Trabajadores.
"El miércoles vamos a resolver (el cese de actividades), porque ese día van a estar todas las expresiones del movimiento obrero en una nueva reunión", dijo el secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Carlos Schmid.
Los dirigentes Antonio Caló, de la CGT Alsina, Hugo Moyano, de la CGT Azopardo, y Luis Barrionuevo, de la CGT Azul y Blanca, también discuten la reunificación de sus respectivos segmentos sindicales.
Además de Schmid, participaron de la reunión Moyano, Caló, Barrionuevo, Gerardo Martínez, de la Unión de Obreros de la Construcción de Argentina, y Andrés Rodríguez, de la Unión del Personal Civil Nacional, cuya sede sirvió de anfitriona a la cita sindical.
"Simplemente lo que hoy hicimos fue repasar los detalles organizativos", dijo Schmid, al tiempo que recordó que "hay una comisión organizadora del acto para ver cómo van a ingresar las columnas y cómo se van a ordenar los oradores el 29", señaló.
Dijo también que en el encuentro convocado para el miércoles habrá una mesa ampliada de dirigentes para analizar el orden de los posibles oradores y si se elabora o no un documento conjunto de las tres CGT y las dos CTA sobre la situación laboral del país.
La conflictividad laboral en Argentina subió debido a la política de ajuste económico de la administración Macri que ha elevado en muy poco tiempo la carestía de la vida a niveles no vistos en más de 20 años, en tanto propició una ola de despidos que va por 127 mil según el centro de estudios Tendencias.
La proyectada marcha tiene lugar cuando las dos cámaras del Congreso estudian proyectos de ley para prohibir los despidos y sancionar a las empresas -o al Gobierno- con pagarle a un trabajador una doble indemnización en caso de que lo echen estando la legislación en vigor.