Por primera vez exponen en Universidad de La Habana mascarilla mortuoria de Julio Antonio Mella

Édité par Julio Pérez
2018-01-10 06:10:44

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Amanda Torres, restauradora de la mascarilla de Mella

La Habana, 10 ene (RHC) Luego de casi 25 días de una minuciosa labor de restauración, la mascarilla mortuoria del líder estudiantil Julio Antonio Mella se expone por vez primera públicamente en el Aula Magna de la Universidad de La Habana (UH).

Bajo la placa que recuerda la realización, en este mismo sitio, del Primer Congreso Nacional de Estudiantes, y junto a los restos del presbítero Félix Varela, está ese tesoro entrañable, que nos devuelve el rostro del excepcional revolucionario, fundador de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y del Primer Partido Comunista de Cuba, destaca Juventud Rebelde.

El vaciado fue tomado la noche del 10 de enero de 1929, hace 89 años, poco después del asesinato de Mella. Aquel fatal día el joven líder caminaba en compañía de su inseparable compañera Tina Modotti por las calles de México, donde se había refugiado ante la persecución del dictador Gerardo Machado, cuando fue ultimado a balazos por la espalda.

Parte de esa triste historia es la que animó a la restauradora Amanda Torres Rodríguez a devolverle todo el esplendor posible a la mascarilla, que hasta entonces se guardaba en el rectorado de la UH. En un pequeño local de ese sitio, rodeada de libros, papelería y artículos disímiles, con su talento y suaves manos la joven intervino la pieza.

«Fue una gran responsabilidad y compromiso asumir este trabajo», confesó orgullosa a Juventud Rebelde y contó que se le encargó esta importante labor gracias al convenio de colaboración que existe entre la Universidad de La Habana y la de las Artes.

«A lo anterior se unieron los comentarios que hacía un tiempo me había hecho el profesor Alexis Martín, quien imparte la asignatura de Materiales pétreos. En ese entonces me dijo que había visto el vaciado de Mella, que necesitaba restauración por su deterioro y que contenía cierto grado de sal.

«Al terminar mi tesis, la Directora de Patrimonio de la UH me hizo la propuesta y la acepté. Sería mi primera obra para recuperar después de graduarme de la Universidad de las Artes, en la especialidad de Conservación y Restauración».



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