La maestra Nilda Lucía Porvén Lazo, alfabetizó hace 55 años, por el futuro de los cubanos. Ella cuenta entre sus conquistas con una familia bella y el decoro de acompañar siempre a la educación como derecho social.
“Me siento orgullosa de ser maestra porque di clases a tres generaciones que hoy son abuelos, padres e hijos y todavía con la edad que tengo me atienden. Además, siempre me di a respetar, porque el respeto y la ética son parte de la educación. Me siento orgullosa, también de ser alfabetizadora”.
¿Qué edad tienes?
“Tengo 72 años”.
Nilda, nació en Melena del Sur y allí convive hasta la actualidad. La declaración de su municipio, primer territorio libre de analfabetismo en Latinoamérica, el 8 de noviembre de 1961, tiene de esta mujer.
“Participé en la Campaña de Alfabetización, recién graduada”.
¿En qué lugar?
“Aquí mismo en Melena, y teníamos casi 25 alumnos”.
A decir de Nilda es hija de un pueblo de agropecuarios y de educadores.
“Por ejemplo en mi casa hay tres maestros, es una carrera que en este pueblo sí tiene seguidores”.
¿Cómo fue el 8 de noviembre de 1961?
Indescriptible, todas las casas se decoraron con las cartas de los alfabetizados y se pusieron en las puertas, se pusieron banderas. En el parque se puso una bandera de la alfabetización bien grande. La presencia de Fidel también impactó, el pueblo se desbordó para recibirlo, agradecerle”.
Nilda desanda con el orgullo de maestra y alfabetizadora, sin embargo la furia muchas veces la perturba porque tal vez hubo quienes no comprendieron que su pueblo se declarara libre de analfabetos.
“Dígalo quien lo diga, porque aquí a Melena vino la UNESCO para comprobar la Campaña de Alfabetización, la UNESCO estuvo aquí en Cuba”.
¿Cuál fue el resultado?
El resultado fue que ellos llegaron a Melena y fueron a comprobar si esas personas estaban alfabetizadas de verdad. Estuvieron en la finca Los Mangos, en la costa, bien lejos, y se comprobó que estaban alfabetizadas”.
La campaña de alfabetización resultó la primera victoria educativa en Cuba y de una de sus protagonistas, la maestra melenera Nilda Lucia Porvén Lazo.
“Siempre he sido maestra, nunca me han gustado los cargos, me han ofrecido cuando estaba joven de todo, pero no, a mí lo que me gusta es enseñar”.
Por Elvis Gil Domínguez/ Juventud Rebelde