Por: Guadalupe Yaujar Díaz/RHC

La Habana arribará este miércoles al 497 aniversario de su fundación. En la costa norte de la región occidental al lado de una bahía de bolsa, abrigada y conveniente para el comercio y los asentamientos humanos encontró sitio de asentamiento final.
 
A la sombra de una Ceiba se celebró la primera misa y el primer cabildo, se declaró la villa fundada con el nombre de San Cristóbal de La Habana y pronto asumió su identidad.

Este martes a las diez de la mañana a la sombra de la Ceiba del Templete, en tradicional y arraigada ceremonia junto a Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, los habaneros y visitantes en el lugar, darán tres vueltas de derecha a izquierda alrededor del tronco y solicitaran a San Cristóbal, santo patrón, el cumplimiento de tres deseos

A propósito de la arraigada ceremonia a la ceiba plantada a la entrada del Templete, Eusebio Leal en una ocasión dijo:   “Es indispensable dar la vuelta, si, pidiendo que en esa espiral el tiempo nos de la mano, que nos reconciliemos con el tiempo y que sepamos y tengamos presente que solo se puede acceder al futuro desde el pasado”.

A principios del siglo 18 murió la primera ceiba que inmortalizaría el sitio. Después varias fueron trasplantadas y la última lo fue en 1960; después de cinco décadas recibiendo ofrendas y homenajes, tras mostrar signos de deterioro debido al comején que la ataco, fue sustituida por un lozano árbol de 15 años y unos ocho metros de altura tras un riguroso proceso selectivo realizado por especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad y varias instituciones.    

El 19 de marzo de 1828  se construyó “El Templete” un monumento de carácter dórico en el lugar que marco el nacimiento de San Cristóbal de La Habana; levantado en cuatro meses su estilo neoclásico que ejerció una influencia decisiva en la arquitectura capitalina posterior.

Su interior, poco profundo, fue decorado con tres murales del pintor francés Jean Baptiste Vermay, primer director de la Academia de Bellas Artes San Alejandro. Uno representa la ceremonia de la primera misa, otro la reunión del primer cabildo, y el tercero muestra a las autoridades y demás personas que asistieron a la inauguración de la edificación. Esas obras, debidamente restauradas y conservadas, hoy se exhiben para disfrute de los visitantes

La Habana atesora sus propios mitos y leyendas, de ahí que para nadie es secreto que legitima sus orígenes con los festejos por la celebración su fundación que llega, hasta nuestros días, en perfecto concilio mítico e histórico.

Como pocas ciudades de América nuestra urbe ha sabido conservar el patrimonio arquitectónico de su pasado colonial lleno de obras majestuosas entre las que figuran el Castillo de la Real Fuerza, el de San Carlos de la Cabaña, el de los Tres Reyes Magos del Morro, el de la Punta, el de Colimar y el Torreón de la Chorrera.

Tales méritos, llevaron a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a declararla Patrimonio de la Humanidad en 1992.  

En armónica convivencia las adoquinadas calles, palacetes, mansiones y palacetes retan, cada día, la modernidad de la Ciudad Maravilla que se alza con nuevas construcciones y edificaciones culturales, turísticas y disimiles establecimientos que hablan del emprendimiento de muchos de sus pobladores.

En tanto se renueva lenta pero progresivamente el transporte urbano público y privado en concierto perfecto que sorprende a foráneos que la visitan desde todos los lugares del orbe y que enlentecen su vejez y la hacen seductora y enigmática.

La singularidad de La Habana está signada no solo por su condición geográfica, el rápido desarrollo de su entramado urbano o la riqueza de los imaginarios sociales que generó desde su génesis; esta ciudad amorosa y acogedora se niega a envejecer y enmascara las arrugas renovándose cada día con el quehacer de más de dos millones de los cubanos e invita a abrazar sus experiencias, sueños y esperanzas.

La Habana, en Cuba, fue elegida como Ciudad Maravilla Moderna por la organización New 7 Wonders. Cientos de miles de personas votaron por esta ciudad en una lista de ciudades que “mejor representan el cumplimiento de las aspiraciones de nuestra civilización global urbana”, según describen los organizadores.