Por Paquita Armas Fonseca*

En un encuentro distendido, el Ministro de Cultura, Abel Prieto dialogó con un numeroso grupo de profesionales de la prensa, que se dio cita en la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en el contexto del primer Catalejo del 2017 (espacio ara el diálogo), que se convocó con el abarcador tema de Las políticas culturales en Cuba: Integración, necesidad y articulaciones con el periodismo y los medios de comunicación.

Abel con su peculiar forma de decir, en la que salpica con humor inteligente sus razonamientos acerca de los asuntos más acuciantes de la cultura y la sociedad, en más de una oportunidad hizo hincapié en lo importante que es la labor de la prensa, frente a la maquinaria globalizadora que quiere borrar lo autóctono de  los pueblos.

La palabra jerarquizar fue clave en el encuentro, porque indudablemente es vital  que lo mejor de la cultura nacional e internacional llegue de una manera atractiva a los diferentes públicos.

En tal sentido, dijo que en el terreno de la difusión musical se consolida un trabajo conjunto entre su Ministerio y el ICRT para realizar una labor coherente que contribuya a elevar el gusto y el placer estético de televidentes y radioyentes.

Se detuvo en el uso de música y otras actividades artísticas en centros no estatales, en los que impera el gusto del o de los dueños.

“Si usted en su casa escucha la música o los chistes de la “cultura chatarra”, es su responsabilidad, pero si en su patio pone cuatro mesas y una bocina con “presentaciones” que llegan a otras casas, usted ocupa un espacio público y debe responder por ese trabajo”, subrayó el titular de Cultura.

Habló de su preocupación por la “invasión” de la no cultura mediante internet o esa manera creada en Cuba de difundir series, filmes y programas verdaderamente degradantes con los seres humanos (el paquete), que no pueden ser prohibidos porque se conseguiría el efecto contrario, pues de lo que se trata es de ganar esa batalla con productos nuestros.

“Sonando en Cuba, dijo, es un buen ejemplo de ello: puso a discutir a todo el mundo sobre una competencia sana y precisamente con música cubana. Entonces se pueden realizar productos que venzan en ese mundo de las nuevas tecnologías”.

Admitió que por un tiempo no se ha reconocido la cultura del entretenimiento y en ese sentido, hay que trabajar como el de ofrecer, especialmente para los jóvenes, modelos válidos que sean dignos de imitar.

Reafirmó que se deben usar todas las herramientas para afianzar los símbolos que nos identifican como nación, tanto con las artes tradicionales como con las herramientas que hoy tenemos con las nuevas tecnologías.

En el Catalejo, por el que han transitado personalidades de la cultura, las ciencias y el deporte, ante una pregunta del académico Rafael Hernández, director de la revista Temas, sobre qué se piensa hacer con una oferta no cultural estatal, si acaso no se ha pensado en atraer a esa masa creciente, Abel habló de que se estudia cómo interactuar de la manera más efectiva, y aclaró que el Estado no tiene nada en contra de que trabajadores de su sector incursionen en otras esferas en búsqueda de mejoras salariales.  

El Ministro aclaró que “jerarquizar” la chatarra se puede dar también en instituciones estatales, si a estas se les deja  operar por quienes difunden música o audiovisuales de la peor ralea.

“A veces uno llega a una tienda o un bar, y lo que hay en el televisor es la peor oferta que se puede encontrar en el paquete”, dijo.

Acerca de la lectura y el mundo digital, ante una observación de que habría que ver cuánto se lee hoy en tabletas, teléfonos y computadoras, el Ministro dijo que se está trabajando en ofrecer una buena cantidad de libros en tecnología digital, de la que habrá muestras en la feria del libro.

Se detuvo en la importancia que tiene el libro, y que por eso es que se subvenciona hoy más que antes, debido a los altos precios de las materias primas.

Explicó que se ha creado un plan de divulgación para que se conozca todo lo que se va a presentar en la feria, y que se debían utilizar las más diversas vías, las más novedosas, para atraer cada vez más amantes del libro.

“La lectura está en la base de la cultura”, dijo el Ministro.

*Periodista cubana especializada en temas culturales

(Tomado de Cubasí)