Por Neisa Mesa del Toro*
Morón es uno de los principales municipios de la central provincia de Ciego de Ávila, cuya cabecera es muy conocida en Cuba como la Ciudad del Gallo.
Quienes visitan esta urbe, ubicada en la zona norte de la región central de la Isla, reciben la bienvenida de un vistoso y altanero gallo de bronce, diseñado por la escultora cubana Rita Longa.
El símbolo fue trasladado en el siglo XVIII desde Morón de la Frontera, en Sevilla, España, por españoles residentes en la ciudad cubana con afición por las peleas de los llamados gallos finos.
En la localidad hispana, en el Paseo de la Peña, existe un monumento de un gallo desplumado, que es orgullo de sus habitantes por constituir un símbolo de la rebeldía de un pueblo que no se dejó avasallar.
Los moronenses cubanos de la época decidieron también acoger el distintivo para su terruño, pero con la diferencia de que el ave tuviera plumas, iniciativa que se adueñó rápidamente del sentimiento popular.
Hoy el gallo recibe o despide a quienes visitan la ciudad de Morón y es muy admirado por los turistas nacionales y extranjeros que van o regresan de los cayos Coco y Guillermo.
Morón también tiene otras atracciones en su entorno natural como son la Isla de Turiguanó, con su Pueblo Holandés, las Lagunas de la Leche y la Redonda y un poco más alejado, bordeando todo el litoral, el archipiélago Jardines del Rey.
El nombre de la ciudad, fundada hace 473 años, ha sido tema de controversia entre historiadores e investigadores: unos plantean que se debe al apellido de un antiguo propietario llamado Ramón Morón, quien le legó su calificativo a la zona.
Otros lo atribuyen a que en ese lugar vivió un sevillano, natural de Morón de la Frontera, España, y lo denominó así en honor a su tierra natal.
Pero, hasta ahora, lo más aceptado es que la comarca fue construida sobre una pequeña elevación y, según el diccionario geográfico, 'morón' significa montículo de tierra a la orilla de un bosque.
El 24 de mayo de 1543 el Hato de Morón fue mercedado a Don Luis de Almeida por el cabildo de Sancti Spíritus, y años más tarde pasó a ser territorio de Camagüey, aunque actualmente pertenece a la provincia de Ciego de Avila.
Al norte de la localidad se encuentra la Isla de Turiguanó, el lugar donde comienza la carretera sobre el mar (pedraplén) que enlaza la cayería con tierra firme, única vía terrestre para llegar al destino turístico Jardines del Rey.
Formado por los cayos Coco, Guillermo, Media Luna, Paredón Grande y Antón Chico, el polo de recreo resalta por sus excelentes playas e insuperables fondos marinos, debido a la cercana barrera coralina, clasificada como la segunda mayor del mundo.
Allí funcionan 16 hoteles con cerca de ocho mil habitaciones y una amplia gama de instalaciones recreativas, las cuales están rodeadas por sus ricas y bien conservadas flora y fauna.
Cerca de la entrada del pedraplén resalta el Pueblo Holandés, un pequeño vecindario compuesto por casas afinadas con techos de dos aguas, chimeneas y pisos altos, una arquitectura similar a los inmuebles de los países bajos, en un paisaje único de la geografía cubana.
La comunidad rural, integrada por 59 viviendas, fue construida a principio de la década de 1960 por iniciativa de la heroína de la Revolución Cubana Celia Sánchez Manduley, para mejorar las condiciones de vida de las familias ganaderas del entorno.
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Otro espacio importante es La Laguna de la Leche, considerada el mayor lago natural de Cuba, y que sobresale por estar rodeada de una exuberante vegetación de mangle y bosques de ciénaga.
El aspecto lechoso de su agua se debe a las características litológicas de su fondo, compuesto por rocas calizas, margas, arena, turba y otros sedimentos. Por su entorno natural, con ricas flora y fauna, hoy es un lugar emblemático muy atractivo para el turismo, los deportes náuticos, la pesca y la caza.
Cerca de ese sitio se encuentra la laguna La Redonda, situada más a la derecha de la ciudad, lago de unos cinco kilómetros cuadrados de superficie que resalta por sus canales interiores, rodeados de una flora propia de la zona.
Muy llamativo para el disfrute del turismo sostenible de naturaleza son los paseos en lanchas por los canalizos, acogidos por los visitantes para la observación de aves acuáticas, en un ambiente muy original y beneficioso para la salud.
Desde el punto de vista histórico, resalta La Trocha de Júcaro a Morón, línea fortificada construida por el gobierno español en el siglo XIX para evitar el cruce de las fuerzas mambisas hacia el occidente cubano durante las guerras de independencia.
Atraviesa a toda la ciudad y está considerada por los historiadores como una de las huellas más significativas del dominio colonial español en Cuba.
Una instalación interesante es la estación ferroviaria, edificio emblemático de la ciudad, con una construcción atípica en la arquitectura moronense.
Construida a principio del siglo XX, representa un exponente del eclecticismo en la región, con marcada influencia de la arquitectura del sur de Estados Unidos.
Se destaca por su excelente estado de conservación y es la segunda del país por su tamaño e importancia, luego de la terminal central ferroviaria de La Habana.
Con cerca de 70 mil habitantes, el municipio de Morón está ubicado a unos 500 kilómetros al noreste de La Habana y despunta por sus variados espacios recreativos para el turismo.
*Corresponsal de Prensa Latina en Ciego de Ávila.