Luego de ser vista en una ocasión en Nueva York y en dos en Miami, La Piedra Filosofal fue instalada en el entorno del Parque Ferreiro, de Santiago de Cuba y acaparó con rapidez el interés de cuanto transeúnte cruzó por allí.
Como parte de las actividades del 37. Festival del Caribe, “La Piedra…”, que no tiene nada de pétreo y sí de manifestaciones de las artes plásticas y del arte mágico religioso monopolizó la curiosidad de quienes conocían de antemano que sería inaugurada allí, y también del público que se agolpó en la concurrida área de Ferreiro.
Asser Saint-Val, nativo de Haití y residente en Miami, Florida, trajo su creación por primera vez a Cuba, y entre los asistentes a la muestra se encontraban numerosos nacionales de la parte haitiana de la isla de la Española que comparten con la República Dominicana.
Víctor Sigué, especialista de la Casa del Caribe, en la introducción explicó al público que la instalación es un proyecto multisensorial, interactivo y de carácter público, pues invita al espectador a explorar el arte contemporáneo dentro de marcos inusuales.
La obra la integran una escultura inflada a gran escala sobre una cama, y cuenta, además, con sonidos (mediante audífonos), aromas esparcidos sobre el lecho, y sabores que brinda una artista con el cuerpo vistosamente decorado.
Todo invita a experimentar, físicamente, pues involucra al público que se suma a un ambiente de imaginación y meditación.
Quienes tantearon suerte en áreas del antiguo zoológico de Santiago de Cuba, al ocupar el lecho perfumado, colocarse los audífonos y probar una especie de cereal colocado en la boca, tuvieron diversas reacciones:
“Me transportó a cosas que no sé explicar”, dijo un joven que fue el tercero en acostarse en el lecho. Sin embargo, las dos primeras jóvenes en participar en La Piedra Filosofal fueron concluyentes: “No experimentamos nada”.
Asser Saint-Val quien reside y trabaja en Miami, ha recibido apoyo para la exhibición del DVCAI (Diaspora Vibe Cultural Arts Incubator).
El doctor Raúl Ruiz Miyares, investigador de la Cultura, crítico de arte y especialista en temas de la cultura afrocubana en la Casa del Caribe, intervino en la apertura de la muestra y señaló:
“El arte de nuestros días es un arte nuevo. Es un arte que más allá de la vanguardia surgida luego de los ismos derivados del impresionismo ha traspasado las fronteras de lo figurativo, la abstracción y el llamado arte-objeto privilegiado por la obra “urinario” de Marcel Duchamp, donde objetos de la vida cotidiana sin valor artístico aparente se insertan en salas expositivas, otorgando así una nueva visión de la estética y sus propósitos de especular sobre nuestro entorno, además de ofrecer un estado de disfrute, hedonismo y reflexión.”
Ruiz Miyares calificó la obra como “original instalación… del pintor, escultor e instalador Asser Saint-Val, nacido en Haití en 1974, quien desde 1988 vive en la Florida, Estados Unidos”.
Y agregó, que La Piedra Filosofal es una instalación para audiencias de todas las edades para experimentar en varios lugares público… que “nos remite a un novedoso universo creativo en que la interacción del público con el arte adquiere nueva connotación apreciativa, si se tiene en cuenta las propuestas discursivas del autor que va más allá de la apreciación visual, en tanto intervienen otros analizadores o sentidos en la percepción de su obra artística”.
El doctor Ruiz Miyares hizo una interpretación muy exacta de “La Piedra…” y su creador, cuando dijo:
“Aquí, en una mezcla de medios de arte tradicionales y una amplia gama de materiales no convencionales, nos ofrece una fantasía surrealista sobre temas relacionados de forma muy lejana donde se incluyen diversos sabores orgánicos como café, chocolate, jengibre y té lo que proporciona una original percepción del arte constituido, además, por soportes referentes al aludido arte objeto, en que cosas de la vida diaria se incorporan al discurso del autor. Así, los espectadores experimentan la instalación físicamente con sus cuerpos y a través de aromas, gusto, audio y sensaciones visuales.”
El investigador de la Casa del Caribe señaló, que mientras los visitantes se paran, se sientan o se reclinan sobre la cama, unidos a una irracional escultura de helio (el globo suspendido sobre el lecho), experimentan sonidos y olores familiares y desconocidos.
“El público usará auriculares que emiten una voz que habla en cuatro idiomas: inglés, criollo, francés y español para un bucle de 60 segundos. Mientras tanto, el público también experimentará trece diferentes aromas seleccionados y será invitado a degustar picaduras seleccionadas de postre…
“Para Asser Saint-Val –apuntó finalmente Ruiz Miyares-- la estructura molecular del compuesto y su funcionamiento en el cuerpo humano son fuentes sugestivas de posibilidad poética a nivel macro y están más poderosamente vinculadas en su pensamiento y práctica representacional a ideas profundas sobre la relación humana con la materia y la mecánica de El cosmos.”
(Tomado del periódico Sierra Maestra)