En la provincia cubana de Las Tunas hay un constructor que ha intervenido en la mayoría de las obras de envergadura del territorio, en otras regiones del país e incluso en el continente africano, pero que muy pocas personas le han podido ver con uno de esos cascos blancos que le han de caracterizar.

De piel clara un tanto curtida por el sol, barbudo como los rebeldes de la Sierra Maestra, cercano a los seis pies de estatura y siempre con su sombrero alón y carácter afable y servicial que responde al nombre de Reynaldo Alberto Serrano.

Desde muy joven dirige la brigada de movimiento de tierras del Ministerio de la Construcción en Las Tunas, la cual ha laborado en la modernización de los centrales azucareros, la edificación de las fábricas de vidrio, El Laminador 200-T, el Frigorífico, la nueva comunidad José martí de Guayabal en el municipio de Amancio, las avenidas Dos de Diciembre y Treinta de noviembre.

Ahora batalla en otra obra de importancia crucial para el desarrollo territorial, la construcción de la doble vía que circunda a la ciudad por el sur desde la carretera de la hermana provincia de Camagüey, hasta la que enlaza a la Ciudad de Las Tunas con Holguín y Granma.

Obra que también define la ubicación que se proyecta para la nueva terminal interprovincial de ómnibus nacionales, cercano al Ranchón La Rotonda y como tantas otras impactará positivamente en la calidad de vida de los tuneros.

Fuente: RRebelde / Juan M. Olivares Chávez.