Por Iris Armas Padrino
Una notable participación demostró la Cruz Roja Cubana (CRC) para contrarrestar los daños del peligroso huracán Irma, que azotó recientemente a casi toda Cuba.
Particularmente en La Habana, desde la tarde del viernes ocho de septiembre y hasta la noche del domingo 10 se movilizaron los miembros del Grupo Especializado de Operaciones y Socorro en la provincia, a instancias municipal y comunitaria, así como también radioaficionados.
Unos 150 socorristas neutralizaron los efectos que sobre la población pudieron tener las inundaciones en el litoral norte, y aportaron ocho mil 558 horas voluntarias, explicó a la ACN Carmen Silva, comunicadora de esa institución en la capital.
Ellos trabajaron sin descanso en la evacuación de personal en el hospital ginecobstétrico América Arias, conocido como Maternidad de Línea, y de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Hermanos Ameijeiras, además de asistir a personas afectadas por derrumbes y por inundaciones.
Continúan activadas las Agencias de Restablecimiento de Contactos Familiares (RCF) provincial y municipales con una participación de 36 voluntarios, ocasión en que se reitera el servicio que presta la Cruz Roja Cubana, cuya misión es prevenir y aliviar el sufrimiento humano, subraya la entrevistada.
Cabe destacar el desempeño de esos hombres y mujeres y el de los bomberos, incluso después del paso del meteoro, cuando las inundaciones continuaban hasta el lunes, fundamentalmente en las zonas más vulnerables en el litoral norte habanero, como consecuencia de las penetraciones del mar.
La CRC es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, afiliada a la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, y cuyo propósito es proteger la vida y la salud, y hacer respetar a las personas en tiempo de conflicto armado y otras situaciones de urgencias.
Prevenir las enfermedades y promover la salud y el bienestar social; fomentar el trabajo voluntario y la disponibilidad de los miembros, así como un sentimiento universal de solidaridad para todos los que necesiten de su protección y asistencia, forman parte de la misión de la entidad.
La Sociedad Nacional de la CRC fue fundada el 10 de marzo de 1909 por el Doctor Diego Tamayo y Figueredo, quien resultó ejemplo de consagración, amor y dedicación al trabajo.
Entre los frentes de trabajo de la CRC se encuentran las operaciones y socorro, la seguridad acuática, la instrucción, el apoyo psicológico, el restablecimiento de contactos familiares y búsqueda, y el Derecho Internacional Humanitario.
En la temporada de huracanes los integrantes de la CRC no bajan la guardia, aunque mantienen una preparación todo el año, que se intensifica durante los meses de mayo y junio.
Anualmente los Grupos de Operaciones y Socorro se insertan en simulacros de desastres, organizados por la Defensa Civil en el Ejercicio Meteoro, mediante el cual brindan su experiencia en el manejo de catástrofes y educan a los pobladores sobre los procedimientos y las medidas a tomar en cada localidad.
Actualmente en Cuba hay más de 47 mil voluntarios de la CRC a partir de los 16 años, de ellos en la capital superan los dos mil, precisó Carmen Rosa Silva.
El centro fundamental de la actividad se desarrolla con voluntarios (estudiantes, población, públicos priorizados y organismos), a quienes se les ofrece instrucción, así como también capacitan a niños y niñas en círculos de interés en las comunidades, donde se les prepara en los primeros auxilios.
En el campo de la salud realiza tareas de gran valor, entre ellas las donaciones voluntarias de sangre, para lo cual ofrecen charlas educativas sobre la importancia de tan noble acción para salvar vidas.
La CRC desarrolla cinco programas especiales, colabora con organismos y organizaciones del país, y con el accionar de sus afiliados beneficia a los sectores más vulnerables de la población.
Ellos son la atención materno infantil, a las personas con discapacidad; adultos mayores, el Programa Nacional de Sangre y el del VIH/SIDA. Asimismo, apoya los programas de enfermedades transmisibles y crónicas no transmisibles, y la campaña antivectorial con charlas educativas e interviene en el pesquisaje en las comunidades, entre otros.
Inspirada en los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariedad, unidad y
universalidad, la Cruz Roja Cubana está presente en cualquier lugar y en las más diversas situaciones de paz, de guerra, de desastres, con el objetivo primordial de aliviar el sufrimiento humano.
(Tomado de la ACN)