Por Giusette León García
Y es que el líder cubano soñó cada milímetro de la vida de esta isla con pies en la tierra y manos a la obra. Por eso hoy tenemos que nombrarlo en la vida, en los logros cotidianos de los que siempre formará parte:
“La idea de la biotecnología, que es de nuestro Comandante en Jefe, fue precisamente para elevar la calidad de vida de nuestro pueblo, a pesar del bloqueo tan férreo que hemos tenido durante tantos años, y lo hemos logrado; todos los productos nuestros comienzan por insertarse en el listado básico de medicamentos en Cuba.
“Nuestra biotecnología comenzó casi a la par de la biotecnología en el mundo, somos pioneros en este sentido, y está reconocida como una de las de mayor prestigio a nivel mundial y la primera en Latinoamérica”, afirmó a CubaSí Amado León González, gerente de ventas de Heber Biotec, la empresa que comercializa los productos desarrollados por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
México, Belarús y Rusia son algunos de los países que también se benefician con las producciones cubanas, desde el punto de vista de la cooperación, y también en cuanto al comercio farmacéutico, comentó Amado, quien destacó, entre todos estos fármacos, el Heberprot-P:
“Es nuestro producto líder, posibilita reducir el riesgo relativo a la amputación en más de un 70 por ciento, lo cual redunda positivamente en los sistemas de salud y en la población del país donde se aplique.
“Además, contamos con toda una gama de vacunas, y también tenemos avances en el caso de las vacunas para animales y en el campo de la biotecnología vegetal”.
¿Cuánto ha afectado el bloqueo este impulso legítimo de un pueblo pequeño, pero muy capaz? Mucho. Sin embargo, al decir de León González, no solo los cubanos nos vemos afectados por esa política:
“Como a todos los sectores de nuestro país, nos afecta grandemente el bloqueo, porque limita la adquisición de equipamientos, de materias primas, que nos posibilitarían trabajar a un menor costo.
“Pero también imposibilita el comercio de estos productos que tenemos, como el mismo caso del Heberprot, que es un producto sin rival en el mundo para tratar las úlceras complejas del pie diabético, y desgraciadamente los norteamericanos no pueden disfrutar de este servicio porque no pueden adquirir el producto debido al bloqueo, o sea, que no solo nos limita a nosotros, sino que la política de bloqueo también los afecta grandemente a ellos.
“En Estados Unidos se amputan anualmente más de 200 mil extremidades, por no disponer de este medicamento que podría reducir en un 70% este número, o sea, que es un valor considerable de vidas humanas que se salvarían, porque la amputación no solo es un daño a la persona inmediato, sino que está estudiado, establecido, que a la vuelta de cinco años ya la persona fallece, o sea, le están limitando no solo la calidad de vida, sino la vida”.
En Cuba es otro el panorama. A pesar del bloqueo, el sueño de Fidel se hace realidad y se traduce en el derecho cumplido de cada ser humano a la salud y a la vida:
“Tenemos el orgullo de ser, posiblemente, el país con menos amputaciones por causa de pie diabético. En Cuba, en el 2015, por ejemplo, se realizaron solamente 465 amputaciones, un número muy bajo con respecto a las más de tres mil que se consideraba, teóricamente, de acuerdo a la tabla de la Federación Internacional de diabetes, que debían haber ocurrido, y eso es gracias a un programa integral para la atención del pie diabético que cubre todos los municipios del país, que incluye el Heberprot.
“Pero no es solo eso, sino toda una atención al diabético que abarca todo el país, incluso en la montaña más alta tenemos este programa y este medicamento. A pesar del bloqueo y de todas nuestras limitaciones económicas, aquí nosotros, en Guantánamo, en Granma, donde sea, podemos salvar una extremidad, que en París, en Londres o en Nueva York, no se puede salvar”.
(Tomado de Cubasí)