Por: Guadalupe Yaujar Díaz
En medio de su inmensa actividad revolucionaria para lograr la independencia de Cuba José Martí encontró, también, tiempo para escribir particularmente sobre la naturaleza.
De su detallada observación de los bosques cubanos que conoció nos legó en muchos de sus artículos, comentarios y anotaciones como las que hizo en su Diario de Campaña.
Martí quedó muy impresionado por la naturaleza que le rodeaba durante su recorrido, más de 350 km, desde su desembarco en Playitas de Cajobabo hasta Dos Ríos entre el 9 de abril y el 17 de mayo de 1895.
El 9 de mayo de 1895, Martí escribió en su Diario: "Unos mangos al fondo: Es Baraguá. Son los mangos, aquellos dos troncos con una sola copa, donde Martínez Campos conferenció con Maceo". Le faltaba al bosque una mata de mango de la tierra donde Maceo produjo con su protesta una de las páginas más hermosas de la historia de Cuba.
Es admirable la sensibilidad del Apóstol por todo lo que le rodeaba, particularmente la flora cubana, la cual describe de una forma tal como si fuera un viejo y experimentado campesino
Es precisamente, para honrar a José Martí, Héroe Nacional cubano y su inmenso legado, que en las afueras de la occidental ciudad San Antonio de los Baños se ubica el Bosque Martiano del Ariguanabo.
Allí están plantadas y crecen las 54 especies de árboles que mencionó en su Diario, las mismas que le causaron tanto impacto al Maestro durante sus más de 350 km.
Inaugurado oficialmente el 19 de mayo de 1994 para conmemorar el 99 Aniversario de la caída en combate de José Martí, el sitio exhibe árboles y arbustos representativos de los que observó en su último recorrido por los campos cubanos hasta su caída en combate.
El Bosque nació bajo la iniciativa del Promotor Cultural artemiseño Rafael Rodríguez Ortiz (Felo) y la colaboración de personas e instituciones territoriales, que sembraron las primeras plantas: Ateje, Yagruma, Güira, Guanábana, Naranja Agria, Naranja China, Almácigo, Jubabán, entre otras, referidas por el Apóstol.
Algunos de estas plantas ya no existen en el país y fue posible contar con ellas dado el apoyo de lugares como el Jardín Botánico Nacional de la Habana.
Otras especies, casi desaparecidas, fueron llevadas desde la Sierra Maestra y plantadas en el Bosque como parte de la acción gubernamental local de apoyo a esta obra que rinde tributo al Maestro.
El sitio, que dignifica al Héroe Nacional, posee el halo de su legado y continuidad histórica entre su recorrido y la expedición del yate Granma o el encuentro de Fidel y Raúl en Cinco Palmas.
En el Bosque del Ariguanabo existe un área sembrada de árboles de las siete maderas con que se construyó el yate (pino, sabicú, teca, roble, majagua, caoba y cedro).
A pocas horas del 165 aniversario del natalicio de nuestro José Martí nos sumamos al sentir de un pueblo que desfilará con antorchas en todas las calles del país.
¡Y qué mejor que dejar constancia de un Martí enamorado de la riqueza natural de su país a pesar de la responsabilidad de liberar a su Patria del colonialismo!
De ese amor dejó constancia en El Diario de Campaña, De Cabo Haitiano a Dos Ríos:
Día 14 de abril: Día mambí._ Salimos a las 5. A la cintura cruzamos el río. Y cruzamos por él- bayás altos a la orilla. Luego, a zapato nuevo, bien cargados, la altísima loma de yaya de hoja fina, majagua de Cuba, y cupey, de piña estrellada. Vemos, acurrucada en un lechero, la primera jutía. (17)*
* José Martí, Diario de Montecristi a Cabo Haitiano, Ed. Letras Cubanas, 1982, pp.365