Por Yanais Vega Bacallao
Ubicada en el mismo corazón del centro histórico de una oriental y medio milenaria urbe, la casa natal de Ignacio Agramonte Loynaz deviene uno de los inmuebles patrimoniales de obligada visita para quienes deseen conocer bien de cerca la vida y legado de El Mayor.
Héroe epónimo de Camagüey, Agramonte nació en una de sus habitaciones, el 23 de diciembre de 1841.
La edificación, de dos plantas en una de las esquinas de la Plaza de la Merced, hoy de Los trabajadores, - data de 1828- hace que destaque entre los demás inmuebles situados a su alrededor, entre los que sobresalen también majestuosas la iglesia La Merced, situada enfrente, y el Centro de Convenciones Santa Cecilia, un poco más a la izquierda, antes una sociedad cultural.
Atravesar su amplia portada española, enmarcada en arco carpanel—un arco rebajado- formado por secciones de circunferencia con distintos centros que integran una sola línea curva sin ángulos, muy usado en la época del gótico tardío.
Ya de por sí este portón le permite al visitante comenzar su traslado en el tiemplo hacia la época en que la mansión acogió el seno de la familia, de una de las personalidades más ilustres de la historia de Cuba.
Hace 45 años, el 11 de mayo de 1973, a propósito del centenario de la caída en combate de Agramonte, fue reabierta tras un arduo y meticuloso proceso de restauración por los múltiples usos y transformaciones que había sufrido en el decursar de los años.
Recuperaba tras 100 años, su esplendor original con sus aires coloniales y elegantes detalles, para ser declarada entonces como Monumento Nacional y museo.
En su planta alta posee tres salas de exposiciones permanentes, con muestras de arte decorativo y mobiliario del siglo XIX, así como objetos personales de Agramonte y su familia, y fotos y documentos que recogen detalles sobre su vida, sus actos militares y las gestas independentistas contra el colonialismo español.
El primer piso de la Casa Museo acoge una sala de exposiciones transitorias y un amplio patio central, donde se desarrollan múltiples actividades culturales, entre las que destaca Noche cubana; un espacio de promoción de los alumnos de la Escuela Vocacional de Arte Luis Casas Romero, y Café Danzón, en defensa y promoción del baile nacional.
A esas se suman otras de variadas manifestaciones artísticas como el canto y las manualidades, incluso un taller para aprender a bordar mediante la técnica crochet.
Dentro de las ofertas de la institución destaca también en los meses de verano los recorridos históricos que desarrollan especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, relacionados con la vida y obra de Ignacio Agramonte.
Hasta sus predios llegan fundamentalmente en esas etapas cientos de visitantes, quienes siempre se marchan complacidos de las vistas guiadas que ahí se ofrecen, lo cual hace que sea más atractivo el lugar.
Sin lugar a dudas, un santuario de la historia patria donde se mezclan en perfecta simbiosis el legado de Ignacio Agramonte y los atractivos del sitio.
(Tomado de la ACN)