Por: Eileen Molina Fernández
Los parques de la cuidad de Holguín, elemento distintivo dentro de la arquitectura del territorio, no son solamente espacios de encuentro sino que constituyen sitios referentes dentro de la vida social y cultural de la urbe, con unos 300 mil habitantes.
Amores fortuitos, citas de trabajo, áreas de juego, encuentros con la naturaleza, lugar de lectura y zonas de descanso distinguen a estos emblemáticos lugares en la capital holguinera.
Legado de los proyectos de diseños definidos para las colonias españolas durante el siglo XVI, los parques son imprescindibles para la difusión de las costumbres y la tradición oral del antiguo Hato de San Isidoro de Holguín, a más de 700 kilómetros al Este de La Habana.
El Calixto García, antigua plaza de Isabel II, sobresale entre las áreas públicas que identifican a Holguín como Ciudad de Los Parques, en cuyos alrededores se localizan la Biblioteca Provincial Alex Urquiola, la Casa de la Cultura Manuel Dositeo Aguilera y el Teatro Eddy Suñol.
A la sombra de sus árboles recientemente resembrados o debajo de las luminarias que enaltecen su arquitectura colonial, la céntrica zona se convierte en los días y las noches en espacio citadino del holguinero común.
Luidmila Noa, visitante asidua a los parques, precisó que disfruta ver a sus hijos jugar y correr e interactuar con el ambiente natural y recreativo que identifica a estos acogedores sitios de la oriental ciudad.
Wilder Marrero, vecino de la calle Frexes, prefiere por su parte ir a leer o a disfrutar del baile y la música, sobre todo durante los eventos culturales que se ofrecen en esos sitios, especialmente en el "Calixto García", actualmente renovado.
Margarita Aguilera rememoró, además, que en el "Julio Grave de Peralta", identificado por la población como el de las Flores y sitio fundacional de la urbe, conoció a su esposo y fue donde surgió una historia de amor que tiene ya más de 20 años.
Julia Pérez dijo también que no concibe la vida de los holguineros sin los parques, de ahí la importancia de mantenerlos y preservarlos como patrimonio de las actuales y futuras generaciones.
Con decenas de estos sitios, la ciudad oriental se convierte también en un referente para los programas de conservación de sus plazas públicas, declaradas por la Comisión Nacional de Patrimonio como Zona de Protección desde el 2014.
Entre estas iniciativas sobresalen los cambios de iluminación, el mantenimiento de las losas de piso, bancos y áreas verdes, teniendo en cuenta los diseños originales, según precisiones a la ACN de Hiram Pérez, director de la Oficina Provincial de Monumentos.
Holguín es conocida precisamente como la ciudad cubana de los parques por la cantidad de estas áreas y la armonía de sus espaciosas estructuras de plazas abiertas para la recreación sana de la población, que día a día se distingue por el amor hacia su conservación para mantener la arquitectura original y legarla para la eternidad.