Por Eduardo Luis Martín
Como discapacitada y a la vez vicepresidenta de la Asociación Cubana de Limitados Físico-motores (ACLIFIM) en la central provincia cubana de Villa Clara, Leticia Fernández García, puede corroborar la protección que brinda el Estado cubano a todo trabajador impedido por su edad, invalidez o enfermedad.
En su capítulo 'Derechos, deberes y garantías fundamentales', la Constitución vigente, aprobada en 1976, refrenda ese beneficio que se realiza mediante el sistema de seguridad social y que nuevamente está contenido en el proyecto de Carta Magna de la República de Cuba, el cual será sometido a consulta popular en todo el país a partir del próximo 13 de agosto.
En su condición de vicepresidenta de la ACLIFIM en el territorio, afirma que todos los meses la organización tiene despacho con la dirección de trabajo y seguridad social para analizar el número de personas discapacitadas pendientes de ubicación laboral.
Aclara que los miembros de esa asociación que solicitan empleo deben pasar por una comisión médica encargada de dictaminar el grado de discapacidad y las posibilidades de acceder a una labor socialmente útil.
"Una de las mayores dificultades que limitan a los que estamos en sillas de ruedas para encontrar trabajo son precisamente las barreras arquitectónicas, y aunque se ha avanzado no es lo suficiente", subrayó en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
"Cuando me gradué de estudios socioculturales en la Universidad tuve esa experiencia, no obstante como colaboraba voluntariamente en la ACLIFIM, cuando se aprobó una plaza me contrataron, primero 10 años como trabajadora, y posteriormente con responsabilidad en la organización", recordó.
Leticia significó que en Cuba se protege a las madres que se dedican al cuidado de sus hijos discapacitados y se les paga un salario.
Comentó, por otra parte, que antes existía mucho tabú y era frecuente la sobreprotección de la familia sobre estas personas para salir a la calle, pero ahora se ven con frecuencia, quieren integrarse a la sociedad, ser útiles, trabajar, ser independientes y ese es uno de los objetivos de la organización.
Argumentó que para la formación de los discapacitados existe el Centro Nacional de Capacitación en La Habana, donde reciben conocimientos sobre artesanía y otros oficios, en tanto, en la provincia se dan cursos de computación, reparador de enseres menores y otros, y en septiembre se abrirán nuevas matrículas.
También se realizan festivales culturales de las distintas manifestaciones artísticas, en los deportes se incorporan con mucho entusiasmo y el INDER ofrece apoyo, lo cual es una buena forma de integración del individuo a la sociedad.
"Además de ser parte de su rehabilitación y beneficio para la salud, participan en competencias y se sienten realizados", indicó.
En su caso practica la esgrima desde la silla de ruedas y ha competido en varios eventos nacionales en los que ha conquistado los primeros lugares en florete y espada, con la obtención de oro y plata, respectivamente.
Mencionó también eventos sobre discapacidad severa que organiza la ACLIFIM anualmente, en los que se presentan trabajos de investigación científica que tratan sobre la incorporación a la sociedad de esas personas.
En la Escuela 'Fructuoso Rodríguez', de la ciudad de Santa Clara, estudian niños pertenecientes a círculos de interés con temas de la Defensa Civil, lo que los prepara en casos de desastres.
Añadió que la organización en Villa Clara organiza actividades recreativas para sus asociados y familiares con salidas a las playas y otras instalaciones.
(Tomado de la ACN)