Matanzas, la ciudad sobrenombres

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-08-22 10:04:46

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Foto: Roberto Jesús Hernández Hernández/ACN.

Por: Roberto Jesús Hernández Hernández

Matanzas, Cuba, 22 ago (RHC) Desde la Atenas de Cuba hasta Venecia de América, muchos son los epítetos que recibió la cubana ciudad de Matanzas, como si aquellos a quienes cautivó su singular belleza buscaran cada uno el término exacto para definirla.

Un nuevo nombre entraña siempre una nueva historia, cargada de pintorescos personajes, acontecimientos y accidentes geográficos entrelazados en el devenir de la tricentenaria urbe de San Carlos y San Severino de Matanzas, fundada el 12 de octubre de 1693.

Las denominaciones locales suman casi una veintena, y la autoría de varias se atribuye a poetas, escritores y periodistas, quienes publicaban en La Aurora, llamado luego príncipe de los periódicos cubanos del siglo XIX.

A la época aborigen se remonta el apelativo de Yucayo, que dieron los primeros habitantes a la región cársica donde vivían, y ya en la modernidad se transformó en Gentil Yucayo para realzar la belleza de la localidad construida en torno a la amplia bahía de Guanima.

El apelativo “Matanzas” que llegó a imponerse definitivamente, deviene testimonio del primer acto de rebeldía aborigen en Cuba, pues así califican los historiadores a la matanza de españoles perpetrada por nativos en 1510 en aguas de la rada local.

Uno de los rasgos distintivos del perfil de Matanzas es la armonía entre los elementos naturales del paisaje y las estructuras creadas por el Hombre, característica plasmada en nombres como Ciudad Yumurina, que alude al legendario valle del río Yumurí.

Ciudad de los puentes es uno de los epítetos más populares, pues en ella abundan esas obras ingenieras construidas desde fecha temprana para salvar distancias entre las orillas de los ríos San Juan, Yumurí y Canímar, a fin de conectar barrios separados por los cursos fluviales.

Precisamente, el singular trazado urbano de Matanzas, incluido entre las maravillas de la arquitectura civil nacional, motivó calificativos como Venecia de América y París americana, luego de contemplar el bello porte de los puentes sobre los ríos citadinos.

El auge económico que alcanzó su cénit en el siglo XIX gracias al comercio azucarero y propició un florecimiento cultural, se inmortalizó en designaciones como Atenas de Cuba y Tiro de los mares americanos, en alusión a la clásica polis griega y la antigua capital fenicia, respectivamente.

Cuando a las puertas de los 325 años de su fundación, la ciudad experimenta una vorágine restauradora y constructiva mientras sus espacios se transforman a diario, también comienza a ser redescubierta por muchos… ¿surgirán ahora nuevos epítetos para definirla?

Muchos otros calificativos recibe incluso hoy la también llamada Ciudad neoclásica de Cuba por el predominio de ese estilo arquitectónico, pero uno cierra la larga lista por resultar el más rotundo de todos: el de Ciudad de los sobrenombres. (Fuente:ACN)



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