Por: Luz María Martínez Zelada
La Habana, 25 oct (RHC) El hotel Mascotte, de la ciudad de Remedios, conserva sobrio y marcado ambiente colonial, propios de la segunda mitad del siglo XIX, ámbito similar al que percibió el Generalísimo Máximo Gómez, el primero de febrero de 1899 cuando se alojó en la instalación.
Después de la intervención de los Estados Unidos en la guerra que sostenían los cubanos contra el colonialismo español, contienda que apuntaba al triunfo de los nacionales, uno de los pasos fue el licenciamiento del Ejército Libertador.
En el "Mascotte", de la octava villa creada en la nación caribeña, se llevó a cabo la reunión entre el máximo jefe de las huestes criollas y Gonzalo de Quesada, representantes de la delegación cubana, con Robert Portes, enviado de la nación norteña.
Suceso que marcó la historia en ese alojamiento y donde se guardó con celo el espacio, en el cual descansó el dominicano que dedicó su vida a la independencia de Cuba y alcanzó el más alto cargo militar entre los combatientes mambises.
En la habitación donde pernoctó Gómez, que cuenta con elevado confort , se observa un gran respeto por la preservación del entorno, impregnado del espíritu decimonónico.
Los trabajadores del inmueble muestran con orgullo el aposento cargado de historia, como si se percibiera el aliento libertario del Generalísimo, el mismo que alimentó el amor por la libertad del pueblo cubano.
Aún con las huellas de balas en su fachada, de la Batalla de Santa Clara, el hotel Santa Clara Libre, fue uno de los escenarios principales del acto libertario del Ejército Rebelde en 1958, comandada por Ernesto Guevara, acción que cumple 60 años en diciembre próximo.
Ubicado en el casco histórico, con una posición de privilegio frente al parque Leoncio Vidal, principal plaza local, la edificación domina el ámbito con sus 11 pisos y destaca ante el resto de los establecimientos del entorno.
La historia recoge la presencia de Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, durante dos ocasiones en la instalación turística, la primera fue el seis de enero de 1959 en su recorrido por el país al frente de la Caravana de la Libertad, hacia La Habana.
Entonces la edificación se llamaba Gran Hotel y acogió al revolucionario, cuando habló al pueblo de Santa Clara desde los portales del Palacio del Gobierno Provincial, hoy biblioteca Martí.
Después del recibimiento público, Fidel se dirigió hacia allí donde, simbólicamente, se registró como el huésped 10 mil 35 e inscribió a la Sierra Maestra como lugar de procedencia.
A poco más de dos meses del triunfo de enero, el entonces Primer Ministro volvió al establecimiento de la industria sin humo donde pernoctó en la habitación 414, la noche del 15 de marzo.
El Jefe de la Revolución arribó, en helicóptero, a la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, donde presidió la inauguración de la biblioteca de la casa de altos estudios, luego se reunió con autoridades del centro y de la provincia.
Al Gran Hotel llegó a la medianoche, de donde salió a la mañana siguiente, para una visita prometida a las alumnas de la escuela anexa a la institución educacional.
En la entrada del cuarto 414 se halla una tarja que recuerda la estancia de Fidel Castro Ruz, alcoba completamente restaurada que conserva los muebles de la época y una exposición fotográfica vinculada a su presencia.
El dormitorio tiene valor histórico, puede ser visitado por los interesados, que incluye a los viajeros nacionales o extranjeros alojados en el centro, donde se aprecia la presencia aún tangible del líder cubano. (Fuente:ACN)
