Por Martha Ríos
El 14 de febrero de 1926 era domingo en Cuba y la Orquesta Filarmónica de La Habana todavía no había cumplido sus dos años de fundada, no obstante se caracterizaba por la osadía al escoger su repertorio.
No era de extrañar entonces que incluyera ‘Preludio a la siesta de un fauno’, la primera obra maestra orquestal de Claude Debussy, quien había hecho innovaciones armónicas que abrieron el camino de los radicales cambios musicales del siglo XX.
‘Preludio…’ la compuso el Padre del Impresionismo francés entre 1891 y finales de 1894, año en que la estrenó con gran acogida de público y de su coterráneo Stéphane Mallarmé, cuyo poema homónimo le sirvió de inspiración al músico.
Poco más de tres décadas transcurrieron de aquel acontecimiento en París, cuando se escuchó por primera vez en Cuba, interpretada por la novel pero experimentada orquesta bajo la dirección del maestro Pedro Sanjuán Nortes, el Día de San Valentín, hace 93 años.
El escenario fue el Teatro Nacional, hoy Gran Teatro de La Habana ‘Alicia Alonso’, en el Centro Histórico de la capital.
Los melómanos devolvieron con numerosos aplausos el virtuosismo de la entrega, de la que se hicieron eco las principales columnas culturales de la prensa cubana.
Los musicólogos comentan que el carácter de esta obra está indicado con una nota en la cabecera de la edición original, que traducida al español se lee: “…decorados sucesivos a través de los cuales se mueven los deseos y los sueños del fauno en el calor de la tarde”.
También los especialistas señalan que “el tema principal, interpretado la primera vez por la flauta, está expuesto en forma de lánguido arabesco. A continuación el tema se repite siete veces más con armonizaciones e instrumentaciones diferentes”.
Video tomado de Youtube