Por Luz María Martínez Zelada
Guaracabuya, notorio por ser el primer centro geográfico conocido de Cuba, resulta origen de numerosas leyendas.
Entre estas figura la del cacique taino que luchó contra los colonizadores y ante el martirio de su muerte, lanzó una maldición contra la prosperidad de ese pueblo.
Sobre el nombre de la localidad rural existen varias versiones que provoca el interés de lingüistas, porque se escribe indistintamente con y o doble ele, sin constituir falta ortográfica.
La condición de primer centro geográfico de Cuba se remonta al año 1814 con la fundación de la aldea de San Atanasio de Guaracabuya, con pobladores de San Juan de los Remedios, que ante los ataques de corsarios y piratas decidieron trasladarse más al centro de la Isla, entre otras historias.
Acerca del patronímico de la comunidad existen versiones como la voz de “guarda la cabuya”, cuerda con la que los colonizadores españoles midieron a Cuba hasta llegar a su mitad, de acuerdo con el imaginario popular.
También se habla de que en los orígenes del poblado abundaban las guacamayas, arbusto de doce pies de altura con flores de cinco pétalos amarillos y por el centro color de fuego.
Una ceiba marca el sitio de un posible o errado centro de la geografía de la ínsula, pero lo más importante es que la señal realmente indica mucho de la identidad de los pobladores de la localidad .
En el lejano 1814 se construyó en Guaracabuya una iglesia de tablas y tejas, con campanario de madera que se convirtió en centro de varios hatos cercanos, por su posición apropiada para el comercio, el futuro desarrollo de la industria azucarera y al lado de la calle Real, llamada Camino de La Habana.
Según estimados, la localidad cuenta con una población superior a las mil 600 personas, quienes trasmiten tradiciones, sobre todo en los aniversario de fundación cada 24 de marzo con torneos, serenatas y guateques campesinos, lugar de nacimiento del reconocido pintor Pedro Osés (1954-2009).
Estudios posteriores tratan de ubicar, con exactitud el centro de la Isla, pero Guracabuya tiene el encanto de lo primero y la magia de la sabia popular. (Tomado de la ACN)
