Por Martha Ríos
Leyendas, costumbres, tradiciones…, historias que envuelven una localidad del centro-norte de Cuba, se han hecho cotidianas hace 504 años.
Dicen que todo comenzó el 24 de junio de 1515 cuando fue creado San Juan de los Remedios.
Está entre los primeros ocho emplazamientos en el archipiélago. Es más bien pequeño, con un trazado urbanístico propio de los años en que los españoles fundaron las primeras villas.
El 7 de marzo de 1980, su centro histórico urbano fue declarado Monumento Nacional porque conserva con esmero sitios y edificaciones de siglos ha.
La iglesia Parroquial Mayor, por ejemplo, data del XVI. Su principal atractivo es el altar todo enchapado en oro. Cuentan que para evitar el saqueo, durante años permaneció camuflado con varias capas de pintura.
La plaza de la Reina Isabel II, hoy parque José Martí, se construyó en 1815, y la cafetería ‘El Louvre’, conserva su función original desde la apertura en 1866.
Hermosas casas coloniales son actualmente instituciones culturales como el Museo de la Música ‘Alejandro García Caturla’, otrora residencia del genial músico (1906-1940).
Pero si joya es el patrimonio material de la otrora villa, también lo son sus tradicionales festejos.
El del 24 de junio, día de su santo patrón, es uno de los más antiguos de la Isla.
Se conoce desde principios del siglo XVIII, asociado a la leyenda de El güije de la bajada, mitológico personaje que debe ser capturado por siete Juanes primogénitos.
Esa noche, el cielo todavía se ilumina con grandes piras, y los pobladores disfrutan de carreras en saco y juegos de la herencia española, como Una peseta en la sartén, El palo ensebado, y El gato de la tinaja.
Y qué decir de las Parrandas, esas fiestas de cada 24 de diciembre, que se remontan a los primeros años del XIX.
Video tomado de Youtube
Inicialmente tuvieron un carácter religioso, después se transformaron en confrontaciones amistosas entre los barrios de San Salvador y El Carmen, que rivalizan con sus respectivas carrozas y trabajos de plaza, alegóricos a cualquier tema de las civilizaciones de la humanidad. La pirotecnia es fundamental en este jolgorio.
En 2013 fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, y en 2018, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) las inscribió en su lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los remedianos destinaron un museo a las Parrandas que atesora su historia y trascendencia.
Con ellas, la gente se ilusiona, la vida le palpita, tanto como cuando suena en las tardes la Banda Municipal de Conciertos, o abren las flores del viejo sándalo para esparcir su aroma entre los dos templos católicos, únicos en Cuba erigidos uno frente al otro: las iglesias Parroquial Mayor y de Nuestra Señora del Buen Viaje.