El Museo Simoni atesora historia y amor

Editado por Maite González Martínez
2019-10-07 09:41:28

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
Foto / Diario Granma.

Por: Guadalupe Yaujar Díaz

Camagüey, 7 oct (RHC) Como para ser recordada, una imponente mansión señorea desde 1848 a las puertas de la actual ciudad de Camagüey, otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

Levantada bajo las precisas indicaciones del acaudalado doctor José Ramón Simoni Ricardo, la Casa Quinta fue llamada “Tínima” por atravesar el río de igual nombre, en una sección del terreno.

Es la única mansión suburbana de Camagüey que sobrevive en ese territorio. De estilo neoclásico, sólida estructura y sencillez, el inmueble de refinado gusto obedece a los dictados de la época en sus dos plantas.

Sobresalen los dos patios interiores típicos de las más añejas viviendas de Puerto Príncipe, con sus tinajones y abundante vegetación.

Propiedad de la familia Simoni-Argilagos, fue abandonada por esta para marchar a la finca La Matilde, en Sibanicú, una vez iniciada la guerra de independencia de Cuba en 1868.

En la casona, testigo de uno de los más grandes amores de su época, vivió desde los 6 años de edad la primogénita del matrimonio, Amalia Margarita, años más tarde la esposa del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz.

En la Quinta, los enamorados desarrollaron su noviazgo y allí fueron a residir una vez consumada la unión oficialmente, hasta la llegada de aquel aviso -un mes después del casamiento- que determinaría la marcha del joven hacia la manigua redentora, donde alcanzaría los grados de Mayor General.

Cualquiera que visite el lugar podría imaginar la repetida escena de la joven y bella camagüeyana, a la espera de su novio, en uno de los grandes ventanales que miran hacia la actual calle General Gómez, antigua Santa Ana, marcada con el número 149 en aquel entonces.

En 2005 convertida en museo, la Casa Quinta Simoni fue declarada Monumento Nacional por sus valores arquitectónicos e históricos.

El lugar es sitio obligado para el encuentro más allá de sus 170 años y el disfrute de una significativa muestra de objetos, más de dos mil piezas, que conforman los fondos pertenecientes a la familia Simoni-Agramonte. Un área está dedicada a la presencia de la mujer en la sociedad cubana.

En la valiosa colección de objetos de la época colonial y bienes originales de la familia Simoni-Argilagos, figura un abanico, la cédula electoral, la bata de bautizo de Herminia Agramonte Simoni, la segunda de los hijos de Amalia e Ignacio, y una bañadera de mármol de Carrara, encargada en Italia por Don Ramón Simoni.

No pudieron borrar la historia

La autoridad peninsular trató de borrar la existencia de la casa Quinta "Tínima" -donde latía el ejemplo de hidalguías formidables-, una vez abandonada por la familia Simoni, en aquel exilio forzoso.

El inmueble fue depredado y casi arrasado, vendido y dividido en parcelas. El triunfo revolucionario de 1959 la encontró convertida en una ciudadela, donde habitaban 26 familias. Del esplendor original quedaban solo las crónicas y algunas fotos.

La reapertura de Quinta Simoni en diciembre de 1991, en ocasión del traslado de los restos de Amalia Simoni Argilagos hacia su querida ciudad natal, deviene centro que rescata y preserva el patrimonio del sitio..

El museo, restaurado a partir de los materiales apegados a sus originales elementos, atesora, junto a los objetos relacionados con la familia Simoni-Agramonte, la hidalguía y la lealtad a la patria de tan ilustres hijos del Camagüey.


 



Comentarios


Deja un comentario
Todos los campos son requeridos
No será publicado
captcha challenge
up