Marqueses de Pinar del Río

Editado por Maria Calvo
2020-04-05 14:01:30

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fotos: Internet

(Publicado por D. Jácome)

Pinar del Río, Cuba, 5 abri (RHC) A finales del siglo XVIII la industria tabaquera está consolidada en la Isla al amparo de las leyes vigentes y uno de los primeros en inscribirse como fabricante de cigarros es don Francisco Cabañas.

Nacido en Pinar del Río, hijo de un acaudalado propietario de la zona con grandes plantaciones de tabaco y que, conociendo desde muy joven todo lo relacionado con la explotación del mismo, se convierte en un auténtico especialista en el estilo de elaboración de Vuelta Abajo, donde se cosecha la mejor rama del país.

Sellos tabacos Cabañas-Carvajal

Ya desde 1797 está dedicado a la elaboración de los cigarros en su primer taller, en la Calzada de Jesús del Monte, que será el origen de la famosa fábrica. La que en 1817 es autorizada oficialmente, por el Gremio de Tabaqueros, para la venta de sus cigarros.

Fué una de las mayores fábricas de Cuba y llegó a convertirse, a finales del siglo XIX, en una de las más importantes del mundo. Su nieta, Doña Carmen se casará con Don Leopoldo Gonzalez-Carvajal y Zaldua, unión que hace que el matrimonio posea una gran fortuna.

Don Leopoldo González Carvajal y Zaldua

Don Leopoldo, nacido en Avilés, España, el 29 de mayo de 1838, después de cursar estudios en la Universidad Literaria de Oviedo decide marcharse a Cuba en donde su aspiración es dedicarse a la política.

A su llegada a Cuba se dedica a trabajos en la industria tabaquera, de la que después será propietario, y al poco tiempo de llegar es nombrado concejal del Ayuntamiento de La Habana, puesto que desempeñó durante muchos años. Más tarde fue diputado a Cortes, convirtiéndose muy pronto en uno de los políticos más importantes e influyentes de la época.

Destaca por sus actos meritorios, benéficos y donaciones. En 1885, debido a los incidentes de España con Alemania por la posesión de las islas Carolinas y Palaos, aporta la cantidad de diez mil pesos oro, una verdadera fortuna. Es en 1885, tras un terrible ciclón que arrasa la Isla, siendo Pinar del Rio una de las provincias más devastadas, que por su cuantiosa ayuda y socorro, esto le vale para que se le conceda del título de “Marqués de Pinar del Rio”.

Marquesa María del Carmen Cabañas

Consolidad ya su posición, la Reina Regente Doña María Cristina de Borbón, en nombre de su hijo el Rey Don Alfonso XIII, le hace Senador del “Reino por La Habana”, cargo en el que es elegido conforme a la Constitución de 1869 y que desempeña en los periodos de 1886 a 1899. A su esposa, Mª del Carmen Cabañas le concede, por Real Decreto, el título de “Marquesa de Avilés”.

En 1896 toma parte como Coronel español en la Guerra y se le encomienda el mando del Séptimo Regimiento de Voluntarios. Perdida la Guerra, el ya marqués se repatría junto con su familia y regresa a su tierra natal en Avilés. Después de un largo periodo, regresa de nuevo a La Habana donde fallece en 1909 siendo enterrado en el cementerio de Colón en un panteón situado en la rotonda de la iglesia.

En San Ignacio 214 esquina a Lamparilla, está la conocida  “casa del Marqués de Pinar del Río”, propiedad que atesora una rica historia de familias y funciones que, junto a sus valores arquitectónicos, la convierten en un ejemplo inestimable del patrimonio de toda La Habana Vieja. Aquí en 1905, González-Carvajal, instaló  sus oficinas, y el resto de sus pisos los destinó a la renta para diferentes empresas, como compañías de seguros, bufetes, navieras, casas de cambios, etc.

Aún en la esquina del balcón corrido, de las calles San Ignacio y Lamparilla, se encuentran, forjadas en el hierro de la baranda, las letras MGC, iniciales de Manuel González-Carvajal, uno de sus principales propietarios y quien le realizara la más significativa reconstrucción.

González-Carvajal fué quien compró en 1906, el Hotel Plaza al norteamericano propietario, el edificio que luego convertiría en el imponente hotel de cuatro plantas , uno de los más altos de la Habana de la época.

En 1954 la Sra. Maria Ruiz de Olivares, que ostentaba el título de Marquesa de Pinar del Rio, hizo importantes donaciones y legados al “Museo Nacional de Cuba”. La colección se vio muy favorecida por el legado de Rafael Carvajal, a través de la Marquesa de Pinar del Río, quien cumplía la última voluntad de su fallecido hijo. Gracias a este donativo, el museo se nutrió de obras de arte español, cubano y europeo, poco conocidas en el archipiélago.

El llamado “Legado Carvajal”, fue un lote que contenía 77 pinturas, en su mayoría española, pero también italianas, francesas, holandesas y cubanas, entre estas destacan las de Esteban Chartrand y Víctor Patricio Landaluze.

Pero en el Museo Nacional también se encuentra un óleo pintado por Giovanni Boldini que retrata a la “Marquesa de Pinar del Rio”… (Tomado de Internet)



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