Una de las más añejas casas-haciendas enclavadas en el Valle de los Ingenios, a unos 13 kilómetros de la centrosureña ciudad cubana de Trinidad, exhibe actualmente su esplendor original tras una restauración capital y abre sus puertas al turismo.
Don Justo Germán Cantero, uno de los más ricos hacendados de la llamada sacarocracia criolla, fue propietario de la casa-hacienda 'Buena Vista', catalogada entre las de mayor refinamiento de su época.
Haciendo honor a su nombre, la privilegiada posición del inmueble, levantado sobre una pequeña colina, permite disfrutar de la belleza paisajística del valle desde diferentes puntos de la mansión.
Reiner Rendón, delegado del Ministerio del Turismo (Mintur) en la provincia de Sancti Spíritus, detalló que la instalación, además de los servicios incluidos, ofrece excursiones a caballo, bar y restaurante.
Subrayó que existen posibilidades de elevar las propuestas turísticas con actividades de senderismo.
Considerada por los especialistas como de marcada influencia neoclásica, la edificación estaba muy deteriorada, por lo que requirió una rehabilitación capital como parte del programa de recuperación integral del Valle de los Ingenios.
Operada por el Grupo Extrahotelero Palmares, posee cuatro habitaciones para el alojamiento turístico.
El programa de rehabilitación integral del Valle de los Ingenios, donde se alzaron más de una decena de casas-haciendas, construidas junto a los antiguos ingenios azucareros, es impulsado desde 2009 por el Mintur, con el apoyo de diversas entidades y organismos.
Las labores de restauración de 'Buena Vista' estuvieron atendidas técnicamente por los expertos de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y del Valle de los Ingenios.
Basado en la esclavitud, el otrora sistema de plantación azucarera en Trinidad dejó 73 sitios arqueológicos industriales en el valle, el cual abarca más de 250 kilómetros cuadrados.
Este sitio histórico natural es considerado el más importante emporio azucarero de Cuba en la primera mitad del siglo XIX.
Tanto el centro histórico de la ciudad de Trinidad, a unos 360 kilómetros al este de La Habana, como el Valle de los Ingenios, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Unesco, en 1988. (Tomado de PL)