Sauce llorón de la Isla de la Juventud. Foto: Leonel Llerena
por Linet Gordillo Guillama
Un hermoso y añejo sauce llorón (Salixbabylonica), crece —a menos de 100 metros de la línea de costa en Bibijagua, playa localizada a unos 8 kilómetros de la ciudad de Gerona, en el municipio especial Isla de la Juventud— desafiando toda lógica de la ciencia botánica.
La literatura especializada refiere que este tipo de ejemplar se desarrolla comúnmente en terrenos fértiles, junto a ríos o arroyuelos, sin embargo el ejemplar pinero eligió echar raíces en un suelo con elevado componente arenoso y bastante lejos de cualquier corriente fluvial.
Por lo que esa realidad ofrece a entendidos y curiosos más preguntas que respuestas.
Como si eso no bastara para retar al sentido común, según estudiosos el árbol, perteneciente a la familia de las salicáceas y nativo de Asia, no vive más 50 años, pero cerca de una decena de octogenarios nacidos en la actual Isla de la Juventud y otros indagados al respecto por esta reportera, coinciden en afirmar que ese individuo leñoso ya era un ejemplar adulto desde que ellos tienen uso de razón.
Si bien los huracanes, tan frecuentes en esta parte del Caribe, afectaron hace mucho tiempo la esbeltez característica de su especie, el anciano de edad desconocida exhibe un tronco robusto y semi inclinado, repleto de heridas ocasionadas por quienes llegan en busca de su corteza con propiedades curativas.
Es conocido que de la familia botánica Salix se extrae la salicina, el principio activo de la Aspirina (ácido acetilsalicílico), medicamento más popular y vendido en la actualidad.
Sauce llorón. Foto: Leonel Llerena
De ahí que muchos locales aprovechen, los beneficios del espécimen, a costa de su prestancia y verticalidad del tronco.
No se conoce en todo el territorio pinero sobre la existencia de otros ejemplares de esa especie con la excepción de otro que crece a unos 25 metros de distancia del anciano de marras, mediados por una edificación que cubre casi todo ese espacio. Para muchos se trata de un retoño brotado de una larga raíz del primero.
En fin, que el sauce llorón de Playa Bibijagua es toda una incógnita para quienes inquieren la razón de su presencia en este sitio nada habitual para esa especie de planta que capta la atención inmediata del visitante, sobre todo cuando está florecida, pero muy especialmente cuando es observada de cerca.
Nuevas sorpresas guarda ese veterano. En la urdimbre, que conforman tronco, raíces y ramas inferiores que casi tocan el suelo, conviven, en excelente armonía un almácigo (Bursera simaruba), una palma de corojo (Acrocomia crispa) y un árbol de mamoncillos (Melicoccus bijugatus). Sin dudas, todo un desafío para neófitos en tales rarezas del mundo vegetal. (Tomado de ACN)