Botes del poblado costero Caletón. Imagen: PanchitoGL

Arropado por pequeños botes que caracterizan su imagen más turística, hoy el poblado cubano costero de Caletón representa estampa típica de la Ciénaga de Zapata.

Propiamente, contrasta con las fotografías habituales de este importante humedal, destacado por científicos en el entorno tanto de Cuba como del Caribe insular. Sus imágenes de lagunas interiores y mangles, aquí llevan a un típico poblado de pescadores, con pocas casas y muchos botes listos para hacerse a la mar.

Poblado de pescadores

Escenario ideal para desconectarse del mundo, lleva quietud que sorprende en un mundo moderno y el romper de olas enmarañadas con el mangle rojo y la trayectoria que los grupos de viajeros inician en la Ciénaga propiamente.

Muelle Batey Caletón. Imagen: Cubahora

Caletón es el lugar ideal para desconectarse del ajetreo de las ciudades, disfrutando del contraste entre la naturaleza virgen y la tranquilidad de un pequeño pueblo de menos de 300 casas, habitado por gente sencilla y respetuosa, señalan los guías.

Ahora lo ubican en la sur-occidental provincia de Cienfuegos, pero eso es solo como referente geográfico y político, pues sus habitantes siguen impuestos de Matanzas, donde se encuentra la Ciénaga.

La presencia creciente de ciudadanos europeos, y estadounidense, ahora de rusos, encuentra allí un sosegado disfrute en familia o con amigos en cualquier época del año, motivo más que sobrado para la prosperidad de casas de alquiler y pequeños restaurantes, incluido uno cerca del embarcadero nombrado igual, Caletón.

Pescadores en Playa Larga

Pescadores salen en sus botes a tirar las redes, amaneceres y atardeceres soñadores jóvenes practicando winsurf (tabla a vela) o surf con parapente y alguna que otra tormenta local repentina es una imagen repetida una y otra vez de ese lugar.

Playa Larga

Al sur de la provincia de Matanzas, en la costa suroccidental de Cuba, hacia el Mar Caribe, 165 kilómetros al sureste de La Habana, formando parte de la villa pesquera Playa Larga, se encuentra Caletón, en el centro mismo de la Bahía de Cochinos.

Dicha bahía (Cochinos) debe su nombre a la población de una especie de cerdos salvajes (cochinos cimarrones) que fue el alimento principal de los aborígenes pre-colombinos que habitaron la zona.

Bahía de Cochinos

En esta bahía de 20 kilómetros de extensión termina una porción de tierra con forma de bota denominada Península de Zapata. Sitio conocido por la invasión de 1961 para derrocar a la Revolución Cubana.

Con una arena amarilla, rodeada de cocoteros, uvas caletas y otras plantas típicas de costa, playa Caletón ha devenido en atractivo turístico tanto para foráneos como nacionales, quienes se hacen presente en cualquier etapa.

Si bien su arena y el fondo marino no son sus principales atractivos, un fenómeno natural que ocurre en sus aguas distinguen a la playa.

Quienes se adentran en su aguas en la mañana las encontrará cristalinas y con un color azul, típico de cualquier lugar de la costa cubana, pero según avanza el día y el sol va ocupando su cenit el mar se va tornando al inicio carmelita claro, como agua de café, para ir subiendo la tonalidad hasta alcanzar un rojo cobrizo intenso, algo que hace al lugar un sitio singular y que se suma a sus encantos naturales.

En las tardes las aguas dejan su color azul para tomar un color rojo cobrizo.

Aguas rojas en la playa Caletón. Imagen: Radio Reloj

La causa del cambio de coloración está dada por la “entrada del río”, proceso natural que nos es más que la incorporación al mar de aguas dulces movidas por una corriente fluvial que atraviesa gran parte de la geografía de la Ciénaga de Zapata, la que en su avance arrastra hojas, ramas y raíces que van tiñendo el agua de un rojo cobrizo resultado de las resinas y el tanino que desprenden algunas de las especies de la flora de esa región. Un proceso natural que en nada afecta a la salud y que da un toque particular a la playa de Caletón.

Los arrecifes coralinos de su ribera occidental bordean dicha península conocido como Ciénaga de Zapata, que constituye el mayor y mejor conservado humedal de Cuba y del Caribe insular, poseedor de un ecosistema muy diverso y de las más grandes áreas de pantanos, marismas y reservorios de agua dulce del país.

Se trata, como se repite, de un lugar reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Reserva de la Biosfera. Mientras, armonía es la palabra clave de este espacio turístico poco conocido. (Tomado de PL/Radio Reloj)