Por: Alain Planells
Justo en la primera semana de julio museólogos, historiadores, ingenieros, gestores culturales, artistas e intelectuales reconocidos se reúnen nuevamente en esa gran aventura familiar que es Rutas y Andares.
Como si no quisieran perder un minuto, el programa estival -organizado por la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) de La Habana- se reinventa en cada ocasión durante los meses de julio y agosto, con el diseño de nuevos itinerarios que permiten preservar la esencia del proyecto.
Más de tres lustros en la organización y las peticiones recogidas en las encuestas han extendido los recorridos allende los límites del centro histórico citadino, para llegar a zonas de La Habana moderna.
En la décimo sexta edición de Rutas y Andares se trazaron 30 recorridos a museos y otras locaciones relevantes dentro de la capital cubana con un sentido esencialmente lúdico, según informó Katia Cárdenas, directora de las rutas.
Las rutas o visitas a los museos se enfocan en esta ocasión en la reconstrucción de ambientes, las costumbres y tradiciones en los Imaginarios de una ciudad, así como en el binomio Naturaleza y arte y el Grabado latinoamericano, como parte de la ruta por los museos etnográficos.
La OHC propone además un acercamiento a las formas farmacéuticas a través de una ruta por antiguos y emblemáticos establecimientos como las farmacias Taquechel, Habanera y Johnson.
En esta edición el público cuenta con otras cinco rutas especiales asociadas al medio ambiente, en la Quinta de los Molinos; el diseño cubano y las artes, en las visitas a la galería Factoría Habana y el Centro Hispanoamericano de Cultura.
A propósito de estos destinos, la Quinta de los Molinos -antigua residencia del general Máximo Gómez- resulta uno de los preferidos en atención a sus propuestas para acercar a las familias a temas relacionados con las plantas, los animales y el medio ambiente.
Entre las novedades de este año, las familias pueden disfrutar de un recorrido guiado totalmente por niños quienes hilvanan la ruta entre la Maqueta, el Aquarium, la Cámara Oscura y el Planetario del centro histórico habanero, y de un periplo dedicado a los 90 años de Fidel Castro, líder de la Revolución cubana.
La participación de los niños resulta de una iniciativa que antecede en varias ediciones a la precedente la cual constituye una apuesta también a la comunicación del patrimonio histórico cultural.
Los andares o recorridos temáticos se concentran en los distintos movimientos arquitectónicos, los paisajes arqueológico, urbano, industrial y natural de la ciudad. Los organizadores decidieron repetir el Andar especial Obra abierta, que ofrece dos recorridos semanales por el proyecto de restauración del Capitolio de La Habana.
Desde el inicio de la corriente edición, sesionan una veintena de andares virtuales para adultos mayores y otros tantos para niños y adolescentes, así como unos 70 talleres, de los que deben beneficiarse más de mil personas.
Varias de estas acciones se extienden a otros grupos con la incorporación, por ejemplo, del servicio de interpretación para las personas sordas.
De tal modo y con el concurso de instituciones culturales, los participantes podrán conocer acerca de artes visuales, arqueología, numismática, danza, poesía, música, fotografía, entre otros tópicos.
Por segunda ocasión y con la colaboración de la Unión Europea y el Fondo de las Naciones unidas para la Infancia (Unicef), se organizó también el andar Contigo somos +, dirigido a ofrecer información vocacional y promover el patrimonio de centros educativos en adolescentes y jóvenes.
Vencer las rutas y andares premia a las familias participantes con visitas y recorridos adicionales.
La OHC anunció a propósito que las familias merecedoras del primer premio podrán asistir al estreno en Cuba de la versión completa del musical Los Miserables, de Claude-Michel Schönberg y Alain Boubill, en el Teatro Martí. (PL)