Por:Guillermo Alvarado

A pesar de los avances conseguidos en los últimos años en materia de legislación, América Latina y El Caribe es la región más peligrosa para las mujeres por las elevadas tasas de violencia contra ellas, dentro y fuera del hogar, ratificó un informe de la Organización de las Naciones Unidas presentado hace pocas horas.

Se trata de un problema crónico que se profundiza fuera de un contexto de enfrentamiento armado y que cada año cobra una gran cantidad de vidas y sufrimientos en este sector de la población.

En algunos lugares, como el denominado Triángulo Norte de Centroamérica, formado por Guatemala, Honduras y El Salvador, así como en México, el feminicidio, es decir la muerte de mujeres por motivos de género, presenta cifras intolerables.

Durante 2016 en estos cuatro países perdieron la vida mil 831 féminas, lo que representa una de las tasas más elevadas de todo el mundo, dijo la directora regional Adjunta de ONU para las Américas y el Caribe, Lara Blanco.

Puntualizó que en honduras los asesinatos de mujeres están por encima de 10 por cada 100 mil habitantes.

Precisamente en este país centroamericano se celebrarán este domingo elecciones presidenciales y numerosas organizaciones femeninas criticaron que en los programas presentados por los principales candidatos hay enormes vacíos en temas como igualdad de género y garantía de los derechos de las mujeres en las diferentes etapas de su vida, desde la niñez hasta la tercera edad.

El documento de la ONU señala que persisten patrones culturales patriarcales y machistas que reproducen un contexto de violencia de género, a pesar de los avances en la promulgación de leyes y la creación de instituciones públicas para velar por la igualdad de derechos y oportunidades.

Por ejemplo, en México todavía es habitual que una mujer para trabajar fuera del hogar necesita el consentimiento del esposo y violar esta regla puede traer como consecuencia una reacción hostil y agresiva.

En este país, además, la situación está agravada por la guerra no declarada entre el Estado y las organizaciones del crimen organizado, de manera particular el narcotráfico y la trata de personas.

Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ocasión en que numerosas entidades llaman la atención de este negativo fenómeno, cuya eliminación forma parte de los objetivos del milenio para el desarrollo, que deben cumplirse en 2030.

De acuerdo con la ONU, en todo el mundo el 35 por ciento de las féminas fueron víctimas de violencia sexual o física, dentro y fuera del hogar.

Este elevado índice hace que esto se considere ya como un problema de salud pública y un desafío para las autoridades que, más allá de la formulación de leyes, deben realizar acciones efectivas para garantizar la vida y la seguridad de un sector vulnerable que constituye la mitad, o más, de la población.