Por: María Josefina Arce.

Hoy como aquel 26 de julio de 1953 amaneció temprano en Santiago de Cuba. Con fuerza arrolladora sigue viva la llama revolucionaria que aquel grupo de jóvenes encabezados por Fidel Castro encendió hace 65 años y que ha iluminado el destino de la nación trazado por aquellos hombres rebeldes y dignos.

Un día de gloria y dignidad, así calificó Fidel aquella jornada en que jóvenes de diversas regiones del país asaltaron los Cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, guiados por el pensamiento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y otros próceres independentistas cubanos.

Sesenta y cinco años después, en una Patria libre y soberana, miles de santiagueros se dieron cita en la explanada frente al Moncada para recordar a los héroes de aquellas memorables acciones, que fueron el motor impulsor de la revolución cubana, ejemplo ante el mundo de dignidad y resistencia.

Los santiagueros, en representación de todo el pueblo, ratificaron su apoyo a la revolución y a las profundas transformaciones que tienen lugar hoy en el país, en aras de avanzar en la construcción de un socialismo próspero y sostenible.

El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, en las palabras centrales del acto enfatizó que hoy tenemos una revolución socialista en el poder y un pueblo unido presto a defender la obra realizada, fruto del sacrificio de varias generaciones de cubanos.

A estar atentos y preparado para responder a cada desafío con unidad, firmeza, optimismo y fe inquebrantable en la victoria, llamó Raúl Castro al hacer un breve análisis de la situación internacional y en especial, de América Latina, durante el acto que contó también con la presencia del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel.

No se puede perder de vista que en los últimos meses con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos han arreciado los ataques contra los gobiernos progresistas de la región. En ese contexto se inscriben las sanciones y constantes intentos de desestabilizar al gobierno constitucional de Nicolás Maduro, en Venezuela.

La oligarquía latinoamericana, apoyada por Estados Unidos, también intenta con acciones violentas derrocar al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Por demás, Cuba nunca ha dejado de estar en la mira de las sucesivas administraciones estadounidenses.

Con Trump en la Casa Blanca se ha reforzado el bloqueo económico, comercial y financiero contra el pueblo cubano y se ha retrocedido en el proceso de normalización de las relaciones entre las dos naciones.

Cuba, subrayó Raúl Castro, es un pueblo pacífico y amistoso, no amenazamos a nadie pero no será la primera vez que la Revolución ha tenido que enfrentar retos y amenazas.

Enfatizó el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba que “hemos corrido todos los riesgos y resistido invictos 60 años”.

Y en ese sentido destacó que desde aquel 26 de julio de 1953, los revolucionarios cubanos se forjaron en un constante batallar y llegaron hasta aquí sobreponiéndose a reveses y venciendo agresiones de todo tipo. Cómo no recordar que en este mismo lugar fueron masacrados tantos jóvenes participantes en el asalto, acotó.

Pero los cubanos, alentados por casi cien años de lucha por la independencia y guiados por el legado de Fidel Castro, defenderán la gran obra de la revolución, como dejaron bien en claro los miles de santiagueros que, con el alto honor de representar a todo el pueblo, se dieron cita hoy, en el Día de la Rebeldía Nacional, en la explanada del otrora Cuartel Moncada, hoy convertido en centro escolar.