Un paso de avance de Lula, pero todavía resta ser exonerado totalmente

Edited by Maite González Martínez
2019-12-06 07:32:29

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Imagen ilustrativa. (Foto/archivo)

Por: Roberto Morejón

La absolución del cargo de asociación ilícita a Luiz Inacio Lula Da Silva y Dilma Rousseff constituye un paso positivo para redimir aunque sea parcialmente a ambos ex presidentes de Brasil, sometidos a los tribunales en causas prefabricadas, a fin de apartarlos de la vida política.

Lula y Dilma y cinco colaboradores resultaron absueltos del cargo de asociación ilícita por un juez imparcial, y quedan eximidos de una grave acusación, la de desviar recursos de la compañía Petrobras durante los gobiernos del PT, Partido de los Trabajadores.

Lo llamativo del desenlace es que el magistrado Marcus Vinicius Reis Bastos concluyó que el proceso seguido contra los militantes del Partido de los Trabajadores sólo buscaba criminalizar su ejecutoria política.

Ese es el más ansiado objetivo de la oligarquía, la derecha. sectores evangélicos ultraconservadores y el eje mediático de Brasil, confabulados para enlodar la trayectoria de los gobiernos del PT.

Sin dudas, la absolución de los ex primeros mandatarios y de sus compañeros es favorable, pero las personas honestas deberían demandar de la justicia brasileña pasos ulteriores para exculpar a Lula de los restantes cargos en su contra.

El otrora primer mandatario ya había sido absuelto el año pasado en otra causa por alegada obstrucción de la justicia, pero aún debe responder por ocho procesos restantes.

Lula salió de prisión en noviembre último después de permanecer recluido 580 días en un penal de la ciudad de Curitiba, pues la Corte Suprema le permitió esperar en la calle hasta agotarse los recursos pendientes para revisar sus condenas.

La salida del carismático dirigente fue un triunfo de la campaña internacional por su liberación, pero él corre peligro de volver al encierro si NO es eximido de los cargos por corrupción y lavado de dinero pendientes, por los cuales debe cumplir una pena de ocho años y diez meses.

En su contra también figura que la justicia brasileña lo condenó recientemente a 5 años más de cárcel por la alegada reparación de una casa de campo por enviados de Petrobras para beneficiar supuestamente al ex jefe de Estado.

La argentina Cristina Fernández, los ecuatorianos Rafael Correa y Jorge Glass y el exdignatario brasileño son blanco de los desmanes de gobiernos de derecha y fuerzas conservadoras para neutralizar a sus adversarios.

Las oligarquías apoyadas por Estados Unidos NO perdonan a los líderes de la izquierda empeñados durante años en consolidar proyectos de justicia social con respuestas viables a las demandas conculcadas de los más vulnerables.



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