Presidencia

Por Roberto Morejón

El papel respetuoso que en relación con Cuba han mantenido México y el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, un líder político de larga trayectoria, enmarca las recientes apreciaciones solidarias del Jefe de Estado hacia la patria de José Martí.

En correspondencia con la crisis sanitaria a pesar de los esfuerzos del gobierno por frenarla y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense, las dificultades en Cuba se acentuaron.

En ese contexto de limitaciones materiales el país hace grandes esfuerzos por sostener el gratuito sistema hospitalario y empresas y servicios clave, pero lograrlo NO resulta fácil.

La administración demócrata estadounidense conserva intacta la intensificación del bloqueo dictada por Donald Trump, mientras apela a una intensa narrativa hostil, basada en los prejuiciadamente manejados derechos humanos.

En ese tejido surgieron los disturbios en Cuba, atizados desde Estados Unidos, aunque se sumaran a manifestaciones personas con comprensibles inquietudes.

Como buen analista y político honesto, el presidente de México siguió el curso de los acontecimientos en Cuba, recibió precisiones y ha conmovido a la opinión pública.

No era para menos al llamar a los países favorables al  fin del bloqueo a Cuba a que ahora pasen a los hechos.

En vez de bloquear, todos deberíamos de ayudar, solicitó el Primer Mandatario porque ---dijo--- “No es concebible que en estos tiempos se quiera castigar a un país independiente con un bloqueo”.

López Obrador sabe del papel a jugar por Estados Unidos, por eso opinó que el presidente Joseph Biden debe tomar una decisión al respecto, “es un llamado respetuoso”, acotó.

Y remató: debe haber cooperación para el desarrollo y dejar atrás políticas que no funcionan ni son buenas, como las invasiones, las anexiones y los bloqueos.

Una ola de respeto, reconocimiento y gratitud recorre Cuba ante los pronunciamientos del Presidente amigo, quien en medio de asuntos por atender analiza y propone cómo ayudar a los residentes en este archipiélago.

Por supuesto, no faltan los acérrimos defensores del genocidio a aplicar en Cuba que ahora están irritados por las verdades audazmente expuestas por el dignatario mexicano.

Pero deberían entender que el apego de México y López Obrador a la defensa de la independencia y la soberanía de todos los Estados NO tiene nada que ver con posiciones coyunturales, sino con una visión del derecho de todos a construir su futuro.