Por María Josefina Arce.

Cada 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el cáncer, que constituye una de las principales causas de muerte en el mundo, dónde se estima habrá 20 millones de casos nuevos en las próximas dos décadas.

Esta jornada es una oportunidad para fortalecer la conciencia social sobre la importancia de conocer los factores de riesgo, las medidas de prevención y la detección temprana, lo cual puede contribuir a disminuir el número de muertes por esta causa.

En Cuba esta enfermedad tiene igualmente una alta incidencia, por lo que la atención a este problema de salud es una prioridad de las autoridades sanitarias.

La estrategia en nuestro país para el control del cáncer integra los esfuerzos para la educación y promoción de acciones de salud, que contribuyan a mejorar los conocimientos sobre la dolencia, así como prácticas saludables en la población.

Ni aún en la situación más crítica por la COVID 19 en el territorio nacional se dejó de brindar asistencia a los pacientes. Se adoptaron una serie de medidas para evitar su contagio con el virus y poder continuar con el tratamiento.

Es así que se mantuvieron las consultas de seguimiento, al tiempo que se garantizó la atención a aquellas personas que iban remitidas por el nivel primario de salud con un diagnóstico sospechoso.

Fue un gran esfuerzo, pues hubo que dedicar personal y tiempo para atender a los enfermos de COVID 19,  pero además para poder asegurar el tratamiento a los pacientes de cáncer,  dadas las dificultades que genera el genocida bloqueo norteamericano, recrudecido por demás, en tiempos de pandemia.

A causa del cerco unilateral por ejemplo, en el período de agosto de 2021 a febrero de 2022 infantes cubanos con distintos tipos de cáncer no pudieron recibir el tratamiento de quimioterapia más idóneo para su enfermedad.

Asimismo, en muchas ocasiones  la reparación y mantenimiento de equipos para el diagnóstico y análisis no se ha podido efectuar porque sus componentes son de fabricación estadounidense, una de las tantas limitaciones que impone la política hostil de Estados Unidos.

Pero el personal sanitario y la comunidad científica no se rinden ante estas limitaciones. Nuestros investigadores por ejemplo, han hecho posible la vacuna CIMAVAX contra el cáncer de pulmón, un medicamento con pocas reacciones adversas y que ha prolongado la vida a muchos con un estado de salud satisfactorio.

En Cuba se asegura la atención gratuita a los pacientes de cáncer, a pesar de su alto costo, y se brinda además,  apoyo a las familias, a las  que se  prepara para hacer frente a esa situación.