Por Luz Marina Fornieles Sánchez

Como en el resto del planeta, este 27 de septiembre en Cuba se festeja el Día Mundial del Turismo, un rubro clave por su papel dinamizador de la economía.

Entre sus atributos se cuentan, además, el de proteger el medio ambiente con un desarrollo sostenible, el patrimonio, la cultura y el fomentar nuevas capacidades de trabajo.

Precisamente, a esa última bondad se ha dedicado la celebración anual de la Organización Mundial del Turismo (OMT), con el tema “Turismo y Empleo: un futuro mejor para todos”. La sede principal por la efemérides en esta ocasión es la India, aunque  cada nación del orbe hace suya la fecha, instituida en 1980 cuando fueron aprobados los Estatutos de la OMT.

En una misiva de esa institución se recuerda que “la garantía de un empleo equitativo es fundamental para garantizar la inclusión social, la paz y la seguridad, por lo que hay que aprovechar plenamente el potencial que encierra cada sector.

Además, la aparición de nuevas tecnologías ha supuesto el desarrollo de nuevas formas de empleo que están transformando los procesos de producción en todo el mundo”.

A tono con tal afirmación, y en medio de la actual situación energética que vive Cuba, el propio Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz Canel Bermúdez, ha planteado que donde quiera que esté- el turismo- y florezca, habrá desarrollo para todos.

Este destino caribeño posee un sinnúmero de valores y  frente a las disímiles oportunidades  que emanan de la industria del ocio, el archipiélago enfrenta el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos y la difusión de campañas difamatorias en su contra. No en balde arremetió la Casa Blanca contra los cruceros, con un golpe demoledor.

Ya antes del actual contexto de cerco al combustible, la Mayor de las Antillas incluyó al ramo entre sus direcciones estratégicas por sus cuantiosos aportes monetarios, y al decir del mismo Díaz-Canel Bermúdez: “Este es el giro que hace sonar diariamente la caja contadora”.

Es así como constituye cada vez más urgente su llamamiento de entonces a defender el turismo, ser más eficientes, luchar por la calidad  del producto, explotar todas las reservas y que sea verdaderamente la locomotora, que promueva los imprescindibles encadenamientos productivos.

Tras tales retos van los colectivos laborales de la esfera, compuestos por más de 100 mil trabajadores, de ellos el 42 por ciento mujeres, el 32 menores de 35 años y el 21 graduados universitarios por la Revolución.

En ocasión de la inminente jornada universal de la OMT, su Secretario General, Zurab Pololikashvili, afirmó: “El turismo es, sin duda, un sector económico líder de nuestro tiempo. No solo respalda millones de empleos en todo el mundo, sino que también ayuda a economías urbanas y rurales y promueve la paz y entendimiento entre los pueblos”.

Consciente del claro contenido de tal mensaje, Cuba seguirá sorteando las zancadillas tendidas por EE.UU. para ahogar su economía, torpedeando, entre otros objetivos, la actividad sin chimeneas local.
   
El bloqueo se manifiesta hoy día con más agresividad y aun mayor extraterritorialidad para impedir el abastecimiento de combustibles.

Todas sus maniobras, de diferentes maneras, buscan crear dificultades adicionales a la población.

Según datos recientes de la Cancillería cubana, de no existir tan criminal guerra, se estima que el 35 por ciento del total de visitantes a la ínsula en un año podrían ser estadounidenses.

Las autoridades de la Isla han confirmado, además,  que el país está en condiciones de seguir recibiendo viajeros. El actual escenario- de déficit energético por la persecución férrea del Imperio a los suministradores- no es de crisis. Cuba no está paralizada y su turismo tampoco. (Tomado de la ACN)