Cuba Indígena Hoy: sus rostros y ADN

Edited by Maria Calvo
2022-11-11 04:30:55

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Libro Cuba Indigena Hoy Rostros ADN. Imagen:PL

por Fausto Triana*

Pudiera antojarse una escena surrealista, pero bien pensando que a Panchito, el descendiente más directo de los aborígenes en Cuba, le digan que son ciertos 500 años de historia, es una emoción muy fuerte.

Un hecho incontestable, porque lo reflejan exhaustivas pruebas de ADN y llevan a otra hipótesis. Cuando sobre 1560 Fray Bartolomé de las Casas hablaba de la extinción de los aborígenes del Caribe, lo más probable es que se tratara de una argucia para proteger a quienes habían huido hacia lo alto de la montaña.

Hay mucho de historia, pero también de cultura y los resultados son sorprendentes y extraordinarios: la existencia en Cuba de descendientes de sus pueblos originarios.

Rodeado de esqueletos de dinosaurios y mamuts camino al salón de actos, pareció una señal inequívoca de que nos acercábamos a esos 500 años tan repetidos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de España.

Luego, tal vez una de las aseveraciones más asombrosas: Panchito, el Cacique de la Montaña, en la localidad La Ranchería (municipio Manuel Tames, provincia de Guantánamo), tiene un 40 por ciento de sangre de los aborígenes cubanos, los Arahuacos, conocidos como los Taínos.

Las pruebas de ADN son irrefutables, aunque nos espera una compleja y larga batalla dentro de nuestro país para la aceptación de hechos que cambian la historia, confesó Julio A. Larramendi, destacado fotógrafo cubano con formación científica.

Es el coordinador editorial del sorprendente libro Cuba Indígena Hoy: sus rostros y ADN, parte de un proyecto de investigación más abarcador, al que pronto se integrará un documental bajo la dirección del cineasta Ernesto Daranas.

CINCO AÑOS

Llevado adelante durante cinco años de trabajo, cuenta en su equipo con otro maestro de la fotografía del lado geográfico y humano, el español Héctor Garrido, la reconocida doctora Beatriz Marcheco, directora del Instituto de Genética Médica de Cuba, el historiador Alejandro Hartmann y Enrique J. Gómez, doctor en Ciencias Sociológicas.

También, en la producción ejecutiva figura la conocida actriz cubana Laura de la Uz, compañera sentimental de Garrido, quien no dudó en resaltar a Paola Larramendi, hija de Julio, “quien fue la que abrió el camino a esta aventura en una zona remota de la montaña, donde se necesita mucho valor para garantizar la logística”.

Para el anecdotario, el respaldo absoluto que siempre tuvieron del fallecido y prestigioso Historiador de La Habana, Eusebio Leal, quien pidió a la doctora Marcheco le hiciera una prueba de ADN y se comprobó que tenía un uno por ciento de ascendencia aborigen.

Estaba muy orgulloso de ese uno por ciento, comentaron Larramendi y Garrido en la presentación del libro en Madrid.

FUTURO INDÍGENA CUBANO

Dos videos y la participación de Dioleisy Frómeta Ramírez, nieto del Cacique de la Montaña, complementaron las vivencias en lo que puede considerarse apenas el pistoletazo de arrancada de un programa que cambia de hecho la historia de Cuba.

Primero, las emociones de Panchito al confirmarse su ascendencia indígena, que subraya la idea de que los aborígenes supervivientes de la masacre colonizadora se refugiaron en lo alto de las montañas cubanas.

Después, las dificultades de Dioleisy para expresar sus sentimientos y confesar que, desde su nacimiento, fue parte de las fiestas durante días de la comunidad de La Ranchería, siempre bajo el liderazgo del Cacique de la Montaña, el máximo responsable de la vida de estos herederos de los pueblos originarios.

“Algunos historiadores decían que era imposible que los españoles hubieran aniquilado a todos los indígenas, que algunos fueron capaces de escapar, pero vivieron apartados en lugares muy remotos. Durante mucho tiempo personas descendientes de estas poblaciones vivieron totalmente aisladas”, apuntó Julio A. Larramendi, quien es doctor en Ciencias, profesor y fotógrafo.

Larramendi y Garrido subrayaron que la investigación es concluyente y por el fenotipo y el ADN se puede decir que hay unas 15 mil personas de Cuba que son descendientes de los aborígenes en la zona oriental, desde Maisí hasta Holguín y, probablemente, un poco más allá.

Son descendientes de amerindios procedentes del norte, sur y Centroamérica, lo que confirma nuestra conexión geográfica, cultural, y también genética con la región a la que pertenecemos, precisó Larramendi.

Los expertos aseguran que los indígenas que llegaron a Cuba lo hicieron desde La Española (República Dominicana y Haití), por eso los núcleos poblacionales más grandes se encuentran en el oriente del país. (Tomado de PL/*Corresponsal jefe en España)
 

 

 



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