Duelo en el Oriente, comienza Final inédita en el béisbol cubano

Edited by Raúl Rodríguez
2018-01-20 08:11:07

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20 ene (PL) Las Tunas, por primera vez en esta instancia, recibe desde hoy al campeón Granma en el inicio de una final inédita en el campeonato cubano de béisbol, con dos equipos del Oriente como protagonistas.


Si Las Tunas realizó la hombrada de remontar un 3-2 adverso en la semifinal ante Industriales, Granma liquidó a Matanzas en solo cinco juegos, tras perder el inaugural.

Un dato a tener en cuenta refleja que los Alazanes suman 10 victorias en sus últimas 11 salidas al diamante entre la pasada postemporada, cuando barrieron a Ciego de Ávila en la Final, y la presente.

El hecho de haber ganado su primera final puede reportar ganancia a los ahijados del flemático Carlos Martí, el más experimentado de los managers cubanos en activo.

Cual match de espadachines, el enfrentamiento presagia que puede derivar en un cruce de bates muy calientes.

Tanta dinamita cargan en sus maderos uno y otro que resulta casi imposible decantarse categóricamente por la artillería de los Alazanes o por la de los Leñadores.

La de los campeones se nuclea alrededor de Alfredo Despaigne, el hombre que tras aportar 35 jonrones y 103 impulsadas a la causa de los Halcones de Fukuoka, campeones de la Serie de Japón, podía acogerse a un merecido descanso, pero asume su condición de bandera y bujía de los potros.

Completan la banda depredadora de lanzadores rivales el inicialista Guillermo Avilés (dos jonrones en la semifinal) y el camarero Carlos Benítez, quienes arropan a Despaige en la medular del line-up, más el concurso del hombre-proa Roel Santos y el siempre eficiente torpedero holguinero Yodan Manduley. Tanda para temer.

Pero los Leñadores cuentan con un coctel ofensivo que mezcla la veteranía de Danel Castro, uno de los bateadores más oportunos de la liga, el poder del cuarto bate Yosvany Alarcón con un toletero del calibre de Rafael Viñales, líder en remolques (80) durante la campaña regular, y un noveno bate como Andrés Quiala que batea sobre .500 en la postemporada.

Alarcón y Viñales estuvieron silenciados por los tiradores de Industriales en buena parte del playoff, pero sus bates explosivos a la hora de la verdad dieron una estocada en las aspiraciones azules.

Para el primer juego de la serie pactada al mejor en siete, ambos equipos dependerán de los jefes de su rotación abridora, Yoalkis Cruz por los anfitriones y el también derecho Lázaro Blanco a cargo de las serpentinas granmenses.

Cruz, un lanzador curtido en los campeonatos de Cuba, resultó el máximo ganador a lo largo de la temporada regular con récord personal de 14 victorias, aunque en la semifinal no pudo hacerse justicia en dos aperturas.

Por si fuera poco ante los campeones el suyo fue un camino de espinas en los primeros 90 juegos: 14.1 entradas repartidas en tres salidas, con 14 carreras limpias permitidas para una paupérrima efectividad de 8.79 y promedio al bate de 403 (27-67).

Con esos truenos, difícil dormir tranquilo, aunque la poderosa ofensiva de los Leñadores puede sacarle las castañas del fuego tras una apertura medianamente decorosa.

Desde la trinchera opuesta el espigado Lázaro Blanco, MVP de la campaña anterior, exhibe números envidiables en sus últimas faenas ante los tuneros, dos victorias en igual número de salidas, tres anotaciones merecidas en 16 capítulos (efectividad de 1.69) y average contrario de .179 (10-56).

Blanco se incorporó a la divisa de los equinos a mitad de temporada, luego de coronarse con los Capitales de Quebec en la Liga Canadiense-Americana, y enrumbó a su equipo hasta los playoffs tras aportar siete triunfos en 12 salidas.

Antes de darse la voz de ¡A jugar! una sola cosa es cierta: la corona del beisbol cubano permanecerá en el Oriente y de allí saldrá la expedición rumbo a la ciudad mexicana de Guadalajara, a luchar por el cetro de la Serie del Caribe a partir del 2 de febrero.



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