Washington, 28 oct (RHC) Cerca de cinco mil médicos puertorriqueños emigraron a Estados Unidos en los últimos 10 años, en busca de mejores salarios, lo que provocó una reducción de 14 mil a nueve mil galenos que actualmente trabajan en la isla caribeña.

En opinión de expertos, la salida en estampida de pediatras, cirujanos, ortopédicos, neurólogos y otros especialistas, es el resultado de una economía que no da muestras de mejoría, en medio de una crisis financiera que coloca a la isla del Encanto en bancarrota, con una deuda que supera los 70 mil millones de dólares.

A su vez, otra de las causas del éxodo de profesionales de la salud está en los problemas financieros de los programas de seguros de salud, que imposibilitan que los médicos puertorriqueños puedan ejercer en su tierra natal.

El presidente de la Asociación de Cirujanos de Puerto Rico, doctor Víctor Ramos, apuntó alarmado que, en este momento, para atender a una población de 3.5 millones de habitantes, sólo existen dos urólogos pediátricos, un ortopeda especializado en tobillos y pies, un cardiólogo pediátrico y un puñado de genetistas y endocrinólogos.

Según Ramos, conseguir una consulta con un especialista puede tomar hasta un año, destacan este viernes medios estadounidenses, algo que se agrava con la posibilidad que otros 700 médicos emigren en lo que queda de año.

Además de la masiva emigración de médicos, Puerto Rico está presentando serios problemas en el avituallamiento de las instalaciones hospitalarias, lo que impide la realización de muchas pruebas médicas.

Muchos hospitales sufren ante el incremento de pacientes, mientras opera con un presupuesto cada vez más escaso, incapaz de adquirir ciertos suministros médicos, como resultado de la deuda.